La muerte de ambos se produjo cuando una unidad de comandos israelíes trataba de detener en el barrio de Rafidíe de Naplusa a Mohamed Hanbali, jefe de los Batallones Azedín al Kasem, quien abrió fuego contra sus perseguidores desde el cuarto piso de un edificio de viviendas.
Según el general de brigada Gady Aizencot, Hanbali lanzó varias granadas de mortero y de mano contra los soldados israelíes poco después de que éstos pidieran a todos los vecinos del edificio que lo abandonaran.
Como consecuencia de las primeras explosiones murió el soldado Raanán Komemi, de 23 años, residente en una comunidad rural cerca de Jerusalén.
Otros cuatro militares israelíes resultaron heridos, uno de ellos grave. El militar israelí agregó que la operación estaba a cargo de la unidad de comandos «Shayetet 13», una de las más selectas del Ejército, y confirmó que buscaba en el edificio a Hanbali.
Los Batallones Azedín al Kasem son el brazo armado del Movimiento de la Resistencia Islámica (HAMAS), contra el que Israel lanzó una feroz ofensiva militar tras el último atentado suicida en Jerusalén, el pasado día 19.
Israel responsabiliza a Hanbali de decenas de ataques con armas automáticas y atentados, y el miliciano está en el primer puesto de la lista de buscados del Ejército en Cisjordania por su supuesta implicación en la muerte de 20 israelíes.
«Actuamos contra una persona que ha matado y herido a cientos de personas, y que la pasada noche estaba preparando un atentado contra israelíes», puntualizó Aizencot.
En declaraciones a la radio pública, el general israelí reveló que los comandos tenían información de antemano sobre la presencia de Hanbali en el edificio.
Fuentes palestinas identificaron desde primeras horas de la mañana a Hanbali, pero Israel tardó varias horas en confirmarlo porque su cadáver quedó destrozado a causa de los cuatro misiles que los comandos dispararon contra él.
Según los testigos palestinos, dos plantas del edifico de viviendas, de un total de siete, han quedado completamente destrozadas.
Añadieron que el tiroteo duró dos horas y se caracterizó por las numerosas explosiones que despertaron a la población de Rafidíe y causaron el pánico entre la población.
Al retirarse del lugar de los hechos, los soldados israelíes se llevaron detenidos a tres palestinos que vivían en el edificio.
Por otro lado, en las últimas doce horas el Ejército israelí ha arrasado la vivienda y un campo de cultivo de una familia palestina junto a la frontera entre Egipto y la franja de Gaza.
La radio pública informó de que la vivienda era de dos plantas y que las excavadoras israelíes, acompañadas de tanques y otros blindados, arrollaron también invernaderos y cultivos que se hallaban próximos a una base militar israelí en esa zona.
Las últimas operaciones y redadas israelíes forman parte de la ofensiva que el Ejército lanzó el pasado 20 de agosto tras el último atentado suicida palestino en Jerusalén.
La última de las 22 víctimas de ese ataque, Mordejai Laufer, de 27 años, falleció la pasada madrugada en un hospital de Jerusalén.
EFE el/msr
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