Entre los palestinos buscados por las fuerzas de seguridad israelíes, supuestamente responsables de ataques «terroristas», y que según los israelíes, se esconden en la sede de la ANP en la ciudad cisjordana de Ramala, se encuentra el coronel Taufic Tiraui, jefe de los servicios secretos palestinos en Cisjordania.
El Ejército israelí asegura que no retirará sus tropas de la sede de la Gobernación palestina hasta que se entreguen todos los palestinos reclamados.
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, declaró hoy que Taufic Tiraui recibirá un «juicio justo» si se entrega a las autoridades de Israel, informó la radio estatal de este país.
Por su parte, Tiraui afirmó, en declaraciones concedidas a la radio de Montecarlo, que no se encuentra dentro del edificio de la Gobernación de la ANP de Ramala, donde reside Arafat, y que recibió las noticias de que Israel exige su rendición por los medios de comunicación.
Entretanto, el secretario general del Gabinete de Ministros palestino, Ahmad Abd ar-Rahman, negó que miembros de la resistencia palestina se escondan dentro de la sede de la Gobernación de la ANP.
Ar-Rahman dijo que «aquellos que ahora Israel pide que se entreguen se reunieron con los israelíes durante las negociaciones del plan Gaza y Belen Primero «, que comenzaron el pasado mes de agosto y que versaron sobre la retirada gradual de las tropas israelíes de los territorios autónomos palestinos.
La exigencia israelí «es sólo una excusa para destruir gradualmente la ANP», afirmó.
Tropas israelíes entraron anoche en el recinto donde se encuentra el edificio de la Gobernación de la ANP en Ramala, horas después del atentado cometido por suicida palestino en Tel Aviv, que se cobró la vida de seis personas, e hirió a más de sesenta y que se atribuyó el Movimiento de la Resistencia Islámica (HAMAS).
Las excavadoras y los artificieros israelíes han destrozado veinte edificios alrededor de las oficinas donde se encuentra Arafat y tan sólo quedan dos en pie.
Un francotirador israelí mató de un balazo a Muhamad Hamuda, de 27 años, miembro de la guardia del presidente palestino en la sede de la ANP.
Además, las autoridades israelíes volvieron a imponer el toque de queda por tiempo indefinido en las ciudades de Ramala, Kalkilia, Naplusa, Tulkarem y Jenín, las cinco en el norte de Cisjordania.
Según un destacado funcionario palestino ya comenzaron los esfuerzos con vistas a negociar el fin del asedio impuesto ayer a Arafat, y que le había sido levantado el pasado mes de mayo.
La fuente informó de que el número de palestinos que se entregaría a Israel sería tan sólo de seis o siete y en vez de ser encarcelados, se les enviaría a Gaza, tal y como se acordó en una situación parecida con el asedio a la Iglesia de la Natividad en Belén, el pasado mes de mayo.
Yaser Arafat ha hecho un llamamiento a los líderes de los países árabes y de la comunidad internacional para que presionen a Israel a que cese su agresión contra la sede de la ANP.
Fuentes palestinas indicaron que en la oficina de Arafat reinaba gran tensión por temor a que el líder palestino sea capturado por las tropas israelíes, aunque el Gobierno de Ariel Sharón decidió tras el atentado en Tel Aviv sólo «aislarlo y no desterrarlo».
A este respecto, el ministro israelí de Defensa, Benjamín Ben Eliezer, declaró hoy a la radio de las Fuerzas Armadas que su gobierno «no tiene intención de expulsar a Arafat».
El Gobierno estadounidense ha emitido un comunicado en el que exige a los palestinos que tomen medidas para impedir los atentados suicidas, y aunque concede a Israel el derecho a la autodefensa, afirma que también debe demostrar autocontrol en las medidas que toma.
Por su parte, el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores condenó el asedio israelí a la sede de la ANP y añadió que, según demuestra la experiencia previa, aislar al liderazgo palestino no da lugar al cese de los ataques contra
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