Fuerzas israelíes han estado derribando sistemáticamente los edificios del complejo administrativo de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Al tiempo que los tanques afianzaron su cerco a las oficinas del presidente de la ANP, Yasser Arafat, varias enormes explosiones se sintieron en el lugar.
Más de 20 palestinos se entregaron al ejército de Israel.
El edificio donde se encuentra Arafat sigue en pie, pero a su alrededor las fuerzas israelíes han excavado una profunda zanja.
La medida de represalia israelí se inició horas después de un atentado suicida en Tel Aviv, que el jueves dejó seis muertos y cerca de 50 heridos.
Israel acusa al presidente a Arafat, de no actuar para detener los atentados de los extremistas palestinos contra blancos israelíes.
Una corresponsal de la BBC en Ramala señala que la oficina de Arafat se asemeja a una isla solitaria en medio de un montón de escombros.