Itongadol.- No hay una “ola de violencia” en Israel y la ANP. Es terrorismo palestino, y la respuesta israelí correspondiente. Los conflictos deben ser juzgados por quién es el agresor, no por quién es el débil. Es como si llamáramos “ola de violencia” a los últimos atentados de ISIS en Francia y los operativos para dar con los terroristas y matarlos. Nadie habló allí de “ola de violencia”. La debilidad no otorga automáticamente la razón, y el malestar socio-económico-político no engendra automáticamente terrorismo. La pobreza no engendra automáticamente terrorismo, como lo dijo el Papa.
Pregúntenles a los haitianos, a los zimbabweanos, o a los congoleños, o a los pobres de cada país latinoamericano. La no independencia política tampoco. Pregunten a tibetanos o a catalanes, entre tantos otros. Si así no fuera, el planeta entero se dividiría en terroristas y sus víctimas. Occidente debería cuestionar la responsabilidad del débil en este conflicto, que aunque no la vean, también está.
Enseñaba a los hispano parlantes allí. Su director dijo que “Reuvén era un tzadik (justo), recto, inocente y lleno de fe. Todos sus alumnos lo amaban”. El atentado lo perpetraron dos terroristas con nombre y apellido: Annan Hamed (19) e Isa Assaf (20), del campo de refugiados Kalandia.