El gobierno de Estados Unidos no dio respuesta a los numerosos pedidos de Israel para que el espía israelí Jonathan Pollard pueda asistir al servicio fúnebre de su padre Morris.
Israel había emitido una petición a Washington para que se le permita al hombre acusado de espionaje asistir al funeral después de que el anciano de 95 años falleció el sábado pasado.
Fuentes cercanas a la familia consultadas por el portal de noticias Ynet se expresaron “muy decepcionadas” por la postura de Estados Unidos de no considerar la petición de Israel.
Por otra parte, no se han cumplido ni siquiera con una respuesta negativa, según las fuentes, y sólo recibió el silencio por parte de las autoridades estadounidenses. "La familia esperaba un trato diferente, sobre todo porque Morris puso su vida en peligro por el estado", dijo una fuente.
"Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando era necesario llevar a cabo experimentos de vacunación de urgencia se ofreció como voluntario poniendo en riesgo su vida”, agregó.
La familia del agente preso, líderes judíos americanos y miembros de la Knesset (parlamento israelí) realizaron gestiones para que se le dé a Jonatahan lo que se llama una “licencia compasiva” de 24 horas para que pudiera ver a su padre antes de que muriera.
Pero todos los intentos fueron en vano y ahora Estados Unidos hace silencio ante un pedido para que pueda asistir al funeral.
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