Inicio ACT. COMUNITARIA Nueva pelea por la carne Kosher entre el dueño de Diarco y un rabino

Nueva pelea por la carne Kosher entre el dueño de Diarco y un rabino

Por IG
0 Comentarios

Itongadol/Agencia AJN.- Una nueva polémica se desató alrededor de la venta de carne Kosher antes de Pésaj entre el rabino Iosef Chehebar, de la Congregación Sefaradí «Yesod Hadat», y el dueño del Autoservicio Mayorista Diarco, Roberto Goldfarb, ya que el primero cuestiona la supervisión rabínica de la mercadería y mandó una carta a su feligresía advirtiendo que no la consuma.

Es una nueva disputa que reedita la que se dio antes de Rosh HaShaná de 2020 y al respecto Itongadol conversó con Goldfarb.

– Su decisión de hace algunos años de ofrecerle a la comunidad carne Kosher más accesible fue, en su momento, un shock con resultados realmente muy importantes. En su momento hubo tensiones con rabinos y gente involucrada e intereses diversos. Resulta que ahora se vuelve a desatar el conflicto. ¿Qué pasó?

– La respuesta es muy sencilla: es un tema económico. Hubo mucha gente que, teniendo una clientela cautiva, obligada a respetar palabras de diferentes rabinos, se veía obligada a pagar el doble y a veces el triple de lo que valía un kilo de carne. Cuando empecé a comercializar la carne a precios -como lo llamo todo el tiempo- razonables, porque no estoy regalando la carne… Quiero aclararlo para que quien lea esta entrevista entienda que no estoy haciendo filantropía. Simplemente, acostumbrado a como se trabaja en un supermercado mayorista, trabajo la mercadería con un precio razonable. ¿Qué quiere decir razonable? Que al final del día salvé los gastos, pagué todos los impuestos -cosa que otros no hacen- porque en mi negocio se trabaja estrictamente en blanco todo y me quedó a fin de año un 4 o 5 por ciento de rentabilidad, como sucede a nivel mundial en empresas de este tipo. Ahora, cuando uno de repente quiere hacer esto y hay otros que aprovecharon durante décadas situaciones de clientelas cautivas, que no tienen otra opción, si quieren respetar la Halajá, que tener que pagar el doble, bueno… estoy molestando en los negocios. Alguien me dijo que si hiciera esto en Israel, la «mafia de los rabinos» me habría mandado a matar… Así nomás lo cuento… Acá hubo algún rabino -no voy a estar dando nombres ahora- que intentó más o menos algo parecido… Hace años que me vienen boicoteando. Me llegaron hasta a poner pollos podridos en determinado momento… Y en este momento estoy muy sorprendido porque el rabino Chehebar, a quien le pedí audiencia en varias oportunidades y nunca me contestó… Es más… Un emisario de él, o un hijo de él, ya no recuerdo, me mandó a decir que nunca me iba a atender… Entonces, me sorprende esto que está pasando ahora porque el rabino que supervisa esta carne Glatt Kosher (un estándar estricto de supervisión Kosher), que es el rabino Peretz, de una trayectoria de décadas en el sector, respetado muchísimo por la ortodoxia, aquí y en Israel, por la mercadería que supervisa para el envío… Me sorprende que el rabino Chehebar, que conoce muchísimo, según tengo entendido, al rabino Peretz, en lugar de llamarlo y preguntarle si tenía alguna duda, envía ese mensaje, esa carta, que es atentatoria contra la libertad de trabajo o, si se quiere, contra la libertad de decisión de un judío religioso. En vísperas y durante la fiesta de Pesaj, gente que ha comprado mi carne no sabía si la podía usar o no… Me avergüenza que un rabino haga una cosa así. Lamento decirlo de este modo… No quiero dudar de la honestidad del rabino Chehebar, pero me lleva a pensar que hay negocios por atrás, porque si no, no puedo terminar de entender esta situación… El rabino Peretz muy bien aclara en una carta la valorización del Kashrut que tiene su carne Glatt Kosher y su carne Jalak (Beit Iosef, otro estándar de supervisión). Con el rabino Chehebar se conocen de toda la vida… Creo que alguna vez hicieron algo juntos con el tema de la carne porque así me lo ha comentado gente… Lo cual me sorprende sobremanera y no puedo pensar de otro modo que lo que digo… Ahora, si me estoy equivocando, le voy a pedir disculpas, pero necesitaría que el rabino lo aclare. Y de paso, si tiene ganas de aclarar, que me diga por qué no quiere supervisar mi carne, que se lo he mandado a pedir varias veces…

– ¿Ese era el motivo de la reunión?

– El motivo de la reunión era porque he visto en Estados Unidos carne supervisada por dos tendencias. ¿Y sabés cuál era mi idea? Era poner el sello de (Yosef) Feigelstock y de Chehebar. Entonces, si sos ashkenazí, tenés a Feigelstock con garantía. Sos sefaradí, tenés a Chehebar con garantía. No me molestaba pagar doble la supervisión y tener dos supervisiones juntas en el mismo paquete de carne, que creo que habría sido una idea revolucionaria dentro de lo que es la Argentina. Por supuesto, no invento nada especial, pero la idea es poder llegar a toda la gente porque no seré un tzadik (justo observante de la Halajá) como el rabino Chehebar, pero no sabés cuánta gente me bendice por poder comer carne gracias a los precios razonables que puse…. Estoy totalmente sorprendido, desde el día que empecé, que tanta gente se haya arrimado para decirme: “Gracias, ahora puedo comer carne; antes no podía”…

– Hubo un momento de tranquilidad después de la tensión del comienzo, y ahora esto vuelve…

– Sí, hay momentos y momentos… Se ve que van y vienen a la carga… De todas maneras, no van a poder conmigo… La verdad que si alguien de toda esa gente lee esta entrevista, quiero decirle que tengo toda mi fortuna dispuesta a mi capricho de vender la carne a precio razonable, así que no se metan conmigo porque van a terminar perdiendo…

– ¿La diferencia es Kashrut ashkenazí/sefaradí o hay grados de Kashrut donde se delibera esta tensión?

– Hay gente que, si la supervisión es ashkenazí, le pregunta al rabino sefaradí si puede… Y hay gente que no le pregunta al rabino, que es un poco más abierta, y si es Kosher, si es de un rabino ashkenazí, no importa, lo come… Y al revés también: gente ashkenazí que viendo una supervisión sefaradí… Tengo la supervisión también del rabino Mehadrin, también un rabino muy conocido que todo el mundo respeta… Así que es una cuestión de intereses. No hay otra cosa, es una cuestión de intereses… Se hace todo estrictamente controlado. El rabino Feigelstock es más estricto inclusive que la gente que supervisa del rabino Chehebar. Me lo dice todo el mundo, no es que sea un entendido…

– Si esto lo lee un economista no judío, ¿cómo se calcula lo que mueve la venta Kosher en la Argentina?

– Nada. Estamos hablando de nada… La República Argentina ha caído en el consumo de carnes y el consumo anual per cápita es de 47 kilos. Cuando ponés 47 kilos por 47 millones de personas, la cuenta te da 2.200 millones de kilos. ¿Sabés cuánto se consume de carne Kosher en la República Argentina? No llegamos a un millón de kilos…

– Pero parecería ser que para quien está generando esta tensión puede significar una cuestión de ingresos únicos…

– Pero si yo lo puedo vender con utilidad, no entiendo por qué otros no lo pueden hacer… Porque cuando comparo los precios con otros colegas de carne Kosher, tienen que estar 50, 60 y hasta 80 por ciento más caro que los precios de Diarco. Sin darse cuenta de que pongo la carne Kosher en las góndolas de mis negocios y la compran judíos y cristianos porque al cristiano le da lo mismo… El asunto es el tema del precio y la calidad de la carne. Tengo la mejor carne Kosher, sin lugar a duda. Dicho por todo el mundo…

– ¿Cuánto tiempo pasó desde que Diarco comenzó con la carne Kosher?

– Calculo que unos 5 años porque fue antes de la pandemia. La experiencia desde entonces es que todo el mundo me agradece. Me brindaron muchísimo cabod (honor) porque estoy haciendo algo que creo que es lo correcto, algo honesto… Pero voy a contar una historia: un día, hace como 10 años, estaba caminando por el Once, más o menos era Ecuador y Tucumán o Viamonte. Vi un negocio de un chino. Entré y miré el negocio. Vi los productos. El señor oriental vendía el aceite Natura, el aceite Cocinero, harina Favorita y, de acuerdo a lo que yo lo vendía por mayor, lo tenía a un precio un 20 o 30 por ciento más caro, una cosa así… Salgo de ahí y sigo caminando y veo un negocio Kosher y entro y miro los productos. Tenía el mismo aceite, las mismas marcas: el aceite Natura, el aceite Cocinero… Porque son aceites que están supervisados y son Kosher. No tienen el sello porque acá, en la Argentina, es muy infrecuente… Por eso le ayuda tanto a la gente que come Kosher la lista del rabino Oppenheimer… Entonces, miro los precios y estaban como 40% arriba del negocio del chino… Como soy travieso y, aparte, curioso, me arrimo a un señor y le digo: «Perdón, ¿usted es el dueño?». «Sí.» Digo: «Mire, soy mayorista. A lo mejor, todo lo que compra, me lo compra a mí. No lo sé… ¿Me puede explicar por qué vende 40 a 50% más caro que el chino que está a media cuadra?». Dice: «Bueno, ese es mi problema: no tengo la clientela que tiene el señor oriental»… Me lo quedé mirando… Digo: «Pero si vende las mismas cosas, ¿no se da cuenta de que el cliente que no es religioso puede entrar a comprar una botella de aceite y no va a entrar jamás a comprarle porque va a ir al chino, que se la va a vender con tanta diferencia de precio?». Si ponés un negocio en algún lugar de Buenos Aires, la mayor parte del vecindario, por más judíos que haya, son goim (no judíos). Entonces, si lo ponés, ponelo para todo el mundo… ¿Qué me pasa en mis negocios? Está viniendo la gente que come Kosher, pero no vivo de eso: vivo de la gente que entra y compra de todo, que son todos los vecinos del barrio… Entonces, ahí empecé a decir: «Bueno, tengo que poner un negocio Kosher». La verdad que nunca lo puse… Ando con unas ganas bárbaras de poner una cadena estrictamente Kosher: DiarKosher…

– Su comentario de llevar dos sellos sería algo pacificador y de sana convivencia, que claramente hasta ahora no se dio…

– Le ofrezco al rabino Chehebar todo mi potencial económico para hacer que más gente coma Kosher. No la clientela cautiva que hoy puede comer Kosher… Para que cada día más gente coma Kosher, que creo que es lo que se logró con la carne Kosher de Diarco porque, por lo menos, eso me dicen otros rabinos, me lo dice la gente misma consumidora… Un día se me arrima un señor, hace poco, hará unos 6 meses, en un evento institucional, y me dice: «Hola, señor Goldfarb. Usted no me conoce, pero yo sí lo conozco. Le quiero contar algo: mi hermana, que sabe que lo veo a usted muchas veces en los eventos, me dijo que reza por usted todos los días». «Ah, muchas gracias -le digo-. Dígale a su hermana que me gustaría saber por qué reza por mí todos los días, pero que le agradezco mucho.» Y me dice: «Mi hermana, desde que usted vende carne Kosher, puede comer carne Kosher una vez por semana. Y le puedo garantizar que mi hermana estuvo años sin poder comprar carne…». Se me puso la piel de gallina cuando este hombre me contó eso porque creo que es el objetivo de los iehudim (judíos) poder hacer algo por otro iehudí. Y creo estar haciéndolo, qué sé yo, a lo mejor soy un fanfarrón, un soberbio, poneme el nombre que quieras…

También te puede interesar

Este sitio utiliza cookies para mejorar la experiencia de usuario. Aceptar Ver más