AP.-El asunto ha enturbiado las relaciones ruso-israelíes, que progresaban sin tropiezos desde el desmantelamiento de la Unión Soviética. Israel y Siria son enemigos, e Israel ha acusado a
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Siria de financiar y hasta cierto punto controlar a Hezbolá, que ha mantenido una guerra de guerrillas durante 18 años contra las fuerzas israelíes en el sur de Líbano, disparando cohetes al norte de Israel hasta el año 2000.
La prensa israelí afirma que el presidente sirio, Bashar Assad, se indignó cuando aviones israelíes sobrevolaron uno de sus palacios mientras estaba en su residencia y está resuelto a intensificar la defensa del espacio aéreo de su país. Versiones señalaban que Moscú podría vender a Siria dos tipos de misiles.
Funcionarios israelíes, que hablaron con la condición de no ser identificados, indicaron que Rusia y Siria firmaron un acuerdo hace algunos días para la venta de misiles antiaéreos de tecnología avanzada, del tipo Igla SA-18, que según los expertos atentarían contra los frecuentes sobrevuelos israelíes del espacio aéreo libanés y cualquier vuelo más allá de las fronteras israelíes.
Asimismo, el diario moscovita Kommersant informó que Siria está también interesada en comprar 18 sistemas de misiles guiados Iskander-E, y que Rusia ha accedido.
Los misiles tierra-tierra, cuyos lanzadores están montados sobre camiones, tienen un alcance de 280 kilómetros y llegarían hasta casi cualquier punto del territorio israelí, incluido el centro nuclear de Dimona en el desierto del Neguev, dijo Kommersant en su informe sin atribución de fuentes.
Funcionarios del Ministerio de Defensa israelí indicaron que el informe sobre un plan ruso para vender misiles Iskander-E a Siria era falso. Según diversos analistas, Estados Unidos temería que insurgentes iraquíes pudieran obtener misiles antiaéreos rusos en Siria para atacar a los aviones estadounidenses en Irak.
Fte E.Press