AFP, ANSA, DPA
El presidente palestino, Yasser Arafat, tendió ayer un puente significativo en una de las mayores controversias entre su pueblo y los israelíes al sostener que la cuestión del regreso de los refugiados debe resolverse sin afectar el carácter judío de Israel.
La declaración realizada al diario Haaretz implica que se baja la antigua demanda de que los cuatro millones de refugiados palestinos debían poder regresar en masa a Israel, un imposible debido a que generaría un caos en el Estado judío incluyendo la pérdida de su identidad.
Hasta el momento ese reclamo aparecía de modo inclaudicable en todas la negociaciones entre los dos bandos de la crisis de Oriente Medio. Recién en el llamado «Proyecto de Ginebra» una de las más audaces y creativas iniciativas de paz no oficiales elaborada por dirigentes palestinos e israelíes, esa cuestión tomaba una forma no conflictiva de solución, similar a lo que sugiere ahora Arafat.
El espinoso tema fue abordado cuando el diario le preguntó al mandatario palestino si «comprende que Israel debe seguir siendo un Estado judío», el líder palestino respondió: «Sí, absolutamente… nosotros lo aceptamos oficial y abiertamente».
Y agregó que «los refugiados (palestinos) viven en muchos países, en Jordania, Egipto, el norte de Europa, así como en Alemania, y esos no volverán», declaró. «En cambio, en Líbano, actualmente hay cerca de 200.000 refugiados en condiciones muy difíciles, y es injusto que los cristianos de Rusia tengan derecho a venir (a Israel), mientras que un cristiano palestino no puede hacerlo», sostuvo.
Arafat señaló además que a los palestinos les corresponde el 97% de Gaza y Cisjordania. Para el resto puede haber canjes de territorio y se debe garantizar el derecho a regresar para un cierto número de palestinos.
En el marco de un acuerdo de paz, el mandatario aseguró que Israel podría mantener la soberanía sobre el Muro de los Lamentos y el barrio judío en la parte vieja de Jerusalén. En cambio opinó que debe quedar en manos palestinas el Monte del Templo, llamado por los palestinos Haram el Sharif (santuario precioso). Arafat señaló que las excavaciones arqueológicas no permitieron hasta la fecha encontrar los restos del segundo Templo judío.
Finalmente, el líder palestino dijo que sus servicios de seguridad estaban dispuestos a asumir el control de la franja de Gaza para garantizar el mantenimiento del orden en esa región, si fuese necesario luchando contra el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) «e incluso con la gente de Al Fatah que viole la ley» después de una retirada israelí de la región. Arafat aseguró al Haaretz que los israelíes tendrían acceso libre a todos los lugares sagrados bajo control palestino.
Fte Clarin