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Opinión. ¿Cuál es la esencia de nuestra milenaria historia?

Por Iton Gadol
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Por Sara Korin*

El estallido de sensaciones y sentimientos, en estos últimos tiempos tan tristes y angustiantes, más emociones diversas que me atraviesan y habitan, se abrieron paso a través de las palabras.

Pues la escritura suele aliviar las penas y fortalecer el espíritu.

El 24 de marzo 2025, en el 82 aniversario del Día del Holocausto, me atravesaron algunas imágenes conmovedoras tomadas en una de las cámaras de gas de Auszwitz Birkenau. La multitud allí reunida entonaba al unísono la letra del Himno de los Partizanos, ellos eran sobrevivientes de la Shoa, hijos y nietos, familiares de caídos en defensa del Estado de Israel, rehenes liberados después del Pogrom del 7 de octubre, y de aquellos que aún permanecen secuestrados en los oscuros túneles en Gaza.

En otra secuencia, envueltos con la bandera de Israel cantaban el Himno Nacional, Hatikva, del Estado de Israel, sus rostros y sus voces constituían un cuadro conmovedor de la historia y el indisoluble vinculo colectivo de un pueblo que ha construido su misión en base a la resistencia espiritual, creatividad, justicia y un respetuoso y apasionado amor por la vida. Era un mensaje refundacional e intergeneracional afianzando una vez más la memoria colectiva.

Y a la distancia me sentí transportada junto a ellos, unida en el recuerdo mis abuelos que no tuve la suerte de conocer, con los seis millones de hermanos asesinados solo por su condición de ser judíos, y recordar entre pares la perdida de nuestro hijo Abraham Gabriel, nuestro querido Abi ZL, caído en feroz y desigual lucha contra los terroristas de Hamas el 7 de octubre 2023.

Estas vivencias y emociones dieron pase al interrogante que titula esta nota. Recordé algunas ideas y conceptos de las fuentes judaicas, como argumento y apoyatura a estas reflexiones que se enhebran en un hilo conductor y convergen, a mi criterio, en alguna respuesta tentativa.

Por qué seguimos contando y cantando esta historia.

Porque…. rompimos las cadenas de la esclavitud en Egipto camino a la tierra de nuestros antepasados.

Vencimos a muchos “FARAONES”, sobrevivimos a culturas que quisieron silenciarnos, dejamos atrás poderosos Imperios y Emperadores, y seguimos haciendo historia, escapamos como chispas indemnes de las hogueras de la inquisición, fuimos víctimas en los pogromos, inhumanamente denigrados, desnutridos y en inferioridad de condiciones organizamos la Rebelión en el Gueto de Varsovia y en otros guetos, opusimos resistencia con el último

aliento a la bestia del nazismo y aun así, seguíamos arrullando a nuestros hijos con una canción, cuando ellos gemían por hambre.

Con esta actitud, “…nunca digas que esta senda es la final…” (Himno de los Partizanos), Janusz Korchak acompaño de la mano, marchando en primera fila, a sus niños desde el orfanato hasta las cámaras de gas, erguido, con la cabeza en alto y cantando, y esa melodía tuvo la fuerza de trascender la muerte.

Porque…después de la destrucción del primer templo los judíos exiliados por Nebucodosor a Babilonia llorábamos al recordar a SION y prometíamos en nuestros rezos: “Si olvidaremos de ti Jerusalén, olvídesenos nuestra diestra y nuestra lengua se adhiera a nuestro paladar”.

Porque… 2000 años, a partir de la destrucción del Segundo Templo en el año 70 D.C. dispersos, en la diáspora, por todas las latitudes del mundo, mantuvimos un indestructible vínculo con la Tierra de Israel. En la Época de Oro de los judíos en España el poeta Yehuda Haleví decía: “… yo me encuentro en el Oeste y mi corazón palpita en el Este…”.

Porque…En la diáspora, hasta el día de hoy, mientras elevamos nuestros rezos lo hacemos con la mirada orientada hacia Jerusalén.

Porque… Instituimos al pie del Monte Sinai la ley como pilar garante de nuestros valores. Y después de 3000 años, los judíos del mundo seguimos festejando en el mes de Siván “Matan Tora” (la Fiesta de la entrega de la Tora), los 10 Mandamientos.

Entre otros mandatos pongo el acento en: “Respetarás a tu padre y a tu madre…” y “Recuerda el día sábado para santificarlo…” Pues, es en el seno familiar donde se inicia el proceso educativo más relevante para la condición humana, y el segundo, porque la Tora pone énfasis en la necesidad de hacer una pausa en lo terrenal y cotidiano, y darse un tiempo para el estudio y la auto introspección, para conocernos y ser mejores personas.

Porque… Con la permanente añoranza, a lo largo de 2000 años, dispersos por todos los confines del planeta volvimos a Sion, la Tierra Prometida y declaramos el 5 del mes de Yar de 1948 un Estado Independiente, el Estado de Israel única democracia en un Medio Oriente sumido, aun hoy en pleno siglo XXI, en el oscurantismo medieval.

Porque…A través de los tiempos mantuvimos inexorablemente el vínculo entre nosotros y con nuestros antepasados y la premisa “Kol Israel areivim ze la ze”, cada judío es responsable el uno por el otro ha afianzado y consolidado nuestra unión e identidad.

Porque… «Ubajarta bajaim” y elegirás la vida” ……… es el valor supremo que nos convoca y nos sostiene como pueblo. Nuestros sabios nos enseñaron “el que salva una vida, salva al mundo entero”. (Pirkei Avot). Santificamos la vida y a los que abandonan este plano, no cejamos tanto, en la guerra como en la paz, de darles sagrada sepultura.

Porque…cuando festejamos, también están presentes simbólicamente nuestros ancestros y nuestra memoria. Por eso, debajo del Palio Nupcial, momento sublime en que dos seres se comprometen ante Dios y la comunidad a amarse, respetarse y seguir con las costumbres y tradiciones, el novio rompe una copa, recordando las perdidas y la destrucción, y simultáneamente exclamamos con alegría, Mazal tov, Suerte, por el tiempo Por-venir.

Porque… “Pidion Shevuim” es uno de los conceptos impostergables básicos de la ética del judaísmo, que refiere al mandato de rescatar a los cautivos, o rehenes, acorde a la premisa incondicional de respetar la vida.

Porque… Ya en el libro del Éxodo está escrito” vekaasher ieanu oto, ken irbe vejen ifrotz”,” Y cuanto más los oprimían, más se multiplicaban.

UNA POSIBLE RESPUESTA

Considero que la Educación y la trasmisión de nuestros valores fundacionales son el hilo conductor que entrelaza una generación con otra y la base que da sentido y cohesión a nuestra identidad y existencia. «Vehigadeta Lebinja» y” le contarás a tus hijos” ( Hagada de Pesaj), se ha constituido en una de las frases y preceptos más significantes, que fortalecen la memoria y recrean la idea de libertad a través del tiempo, PILARES BASICOS DE NUESTRA ESENCIA

Somos portadores en nuestro ADN histórico, de una capacidad de adaptación, de resiliencia, como individuos y como pueblo. Hemos aprendido a través de los siglos a hacer frente a las adversidades, transformarlas, dando nuevo sentido a las dificultades y superarlas. Sería como una “herencia psicológica” que se transmite de generación en generación como dice la plegaria: “Ledor Vador Ulenetzaj Netzajim” “de generación en Generación en Generación y para toda la Eternidad”

Es nuestro Maguen David, la Estrella de David, que nos protege en los avatares de la vida y nos identifica como pueblo. Lo banalizaron los nazis y lo usaron para el exterminio y, lo volvemos a lucir con orgullo en la redención.

Como pueblo, aprendimos a renovar recursos para no quedar congelados en la desgracia, y como rio caudaloso, nuestro llanto se trasforma en energía y renacimiento. Y por eso, aun mancillados y torturados, ultrajados y violados jamás pudieron despojarnos de nuestra condición humana y aprendimos a renacer en cada amanecer.

Heredamos desde pequeños las canciones de cuna y los cuentos de cuando éramos niños, inspirados en la esperanza de un mundo mejor, y así se nutrieron nuestras raíces.

“…ze hashir shesaba shar etmol leaba, vehaiom ani od shar…”

“Esta es la canción que mi abuelo le canto a mi padre ayer, y yo la canto hoy”

Estas líneas son solo un modesto intento de poder compartir y ayudar a otros a entender que la fuerza y el poder, las centrales atómicas, las sofisticadas armas, la violencia y el terror no son condición necesaria para la supervivencia del hombre. Solo una educación basada en valores, la ley, el respeto al prójimo, el cuidado de la naturaleza y el respeto a la diversidad salvaran a nuestro mundo de un próximo diluvio.

*Madre de Abi Korin Z´L, víctima del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.  Ex directora de la Escuela Scholem Aleijem.

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