Itongadol/Agencia AJN.- El primer ministro Benjamin Netanyahu visitó este jueves el Centro Médico Soroka en Beersheba, el hospital que fue alcanzado por un misil balístico disparado desde Irán.
De pie frente al hospital dañado, Netanyahu afirmó que la campaña militar de Israel continuará hasta alcanzar todos los objetivos de guerra, y no descartó un ataque directo contra el líder supremo de Irán, Ali Khamenei.
“Nadie es inmune”, advirtió Netanyahu. “Todas las opciones están sobre la mesa.”
No obstante, el primer ministro evitó hacer amenazas explícitas. “Es mejor no hablar de esto en la prensa,” añadió.
Quien sí viene lanzando amenazas abiertas es el ministro de Defensa, Israel Katz, que en las últimas horas comparó a Khamenei con Hitler y dijo que no debería seguir existiendo.
Consultado sobre una posible participación estadounidense en el conflicto, Netanyahu respondió: “Esa es una decisión del presidente Trump. Él hará lo que sea bueno para Estados Unidos, y yo haré lo que sea bueno para Israel.”
Sin embargo, aclaró que Israel tiene la capacidad de completar su misión en solitario si fuese necesario: “Al final de esta operación, no habrá amenaza nuclear contra Israel, ni tampoco amenaza balística.”
En un comentario que seguramente será utilizado por sus críticos políticos, Netanyahu agregó: “Todos estamos pagando un precio personal en esta guerra, y mi familia no es la excepción: mi hijo canceló su boda.”