El Estado de Israel es nada menos que un verdadero milagro: en sus años 64, Israel ha logrado más que cualquier otra nación en la Tierra, un milagro que fue creado por un mosaico de diferentes grupos.
Un hombre sabio dijo una vez que Israel es el único país del mundo que fue fundada por un sueño, y cada grupo tuvo el suyo: uno tenía la esperanza de recrear un shtetl (pueblo, en ídish) europeo oriental, otro estaba soñando con un kibutz igualitario; uno aspiraba a una zona burguesía urbana al estilo occidental y otro estaba mirando al Oriente. A veces, nuestros diversos sueños y aspiraciones chocaron.
Sin embargo, el éxito increíble de Israel prueba que se puede lograr mucho a pesar de estas profundas diferencias, y algunos argumentarán que debido a ellas. Por otra parte, el sentido de un destino compartido se cernía sobre todo y lo hizo posible.
En sus 64 años, Israel se ha caracterizado, ante todo, por su amor a la vida, y nada hay más simbólico de la vida que el agua, que encarna su origen y esencia. Mientras enfrenta la escasez de agua en casa, Israel se ha convertido con los años en un líder global en los campos de la desalinización, la administración y la conservación del agua. Por lo tanto, Israel se enorgullece de ser el líder mundial en reutilización del agua (76 por ciento).
El agua es también un maravilloso ejemplo de lo que puede lograrse en conjunto: como un recurso escaso no sólo en Israel, sino en Medio Oriente en su conjunto, constituye una oportunidad para que todos los pueblos de la región se unan y junten sus manos en la lucha para crear un mejor futuro para nuestros hijos. Es en este momento, cuando recordamos nuestras necesidades básicas de supervivencia, que tenemos la oportunidad de conectarnos en el nivel más humano.
El agua es sólo un ejemplo de en qué se ha convertido Israel con los años: una fuente de inspiración de energía creativa, donde los sueños se hacen realidad.
Ya sea en el campo de la medicina, el teatro, la danza moderna, la migración de aves, la alta tecnología, la biotecnología o el cine, la nanotecnología, los estudios religiosos, la energía verde o la preparación para emergencias Israel es un jugador importante, con su más fuerte habilidad: el recurso humano y el ingenio.
Las habilidades de Israel la han convertido en una verdadera luz para las naciones, mejorando las vidas de todos y cada uno de nosotros.
Iom Haatzmaut, el Día de la Independencia de Israel (el 25 de abril este año), es un día en el cual podemos tomar un momento de nuestras ocupadas vidas para maravillarnos del milagro de hoy en día: el espíritu creativo, la energía y la resistencia de Israel.
En el mismo Día de la Independencia, los parques de Jerusalem y las playas de Tel Aviv están llenos de picnics y asados, con banderas israelíes flameando, llenas de música y baile, mientras la nación se reúne para celebrar como una gran familia y comunidad.
Al igual que en Israel, muchas comunidades en Nueva York y en todos los Estados Unidos se unen en estas celebraciones.
Nueva York, como la mayor ciudad judía del mundo, es un lugar especial en este sentido, ya que es el hogar de la mayor muestra de apoyo anual a Israel en todo el mundo: el Desfile Celebra Israel.
El 3 de junio, masas de seguidores de la región triestatal y más allá mostrarán colectivamente su amor e inquebrantable dedicación a Israel. Se trata de un esfuerzo unificado, planteado por todos los miembros de nuestra extendida comunidad para juntarnos como uno y mostrarle a Israel nuestro amor y apoyo. Es un día único en nuestro calendario, en el cual una vez al año dejamos de lado nuestras diferencias y nos ponemos de acuerdo sobre una gran cosa: Israel. Este estar juntos es un testimonio del fuerte vínculo entre la comunidad judía y el Estado de Israel.
El lema creativo de este año, “Israel se ramifica”, es especialmente apropiado porque demuestra cuán diversa y grande se ha tornado nuestra comunidad. Cuando nos reunimos, nos hacemos más fuertes y podemos mostrarle mejor al mundo las muchas fortalezas, contribuciones y logros de Israel. El desfile nos da la oportunidad de mostrar el impacto positivo que Israel ha tenido y continúa teniendo sobre todos y cada uno de nosotros en todo el mundo, y ése es un motivo de celebración en sí mismo.
Iom Haatzmaut conmemora un momento único en nuestra historia, que nos une como pueblo y como nación, celebrando el milagro más significativo de nuestra historia moderna: el renacimiento de una nación judía independiente en nuestra patria. Se trata de la realización de un sueño y una plegaria cantada durante un largo tiempo en los corazones de nuestro pueblo.
Así como el agua conecta a la gente, Iom Haatzmaut nos da la oportunidad de unirnos como una familia y decirle al mundo entero: éste es el Estado de Israel, está aquí para que ustedes y yo celebremos y la amemos con todos nuestro corazones.
De las cenizas a la resurrección, de la destrucción de la soberanía.
Jag atzmaut sameaj (Feliz fiesta de la independencia).
* Cónsul general del Estado de Israel en Nueva York.