Según un comunicado del FPLP, los Acuerdos imponen una solución al conflicto «árabe-sionista» mediante lo que se denomina la «reconciliación histórica entre el pueblo palestino y la entidad sionista y racista» de Israel, una solución que «contradice nuestros derechos nacionales, la legitimidad de los Derechos Humanos y las convenciones internacionales».
Asimismo, la formación denuncia que «el objetivo principal de los ‘Acuerdos de Ginebra’ es liquidar el derecho al retorno de los refugiados palestinos en la diáspora que fueron arrancados de su patria, como paso previo a la anulación de la resolución 194 de la ONU, que consagra su derecho al retorno a sus tierras, hogares y pueblos de donde fueron expulsados coercitivamente en 1948».
Además, la Iniciativa de Ginebra consolida «el carácter étnico del Estado sionista, lo cual no sólo amenaza la liquidación del derecho de los refugiados palestinos al retorno sino el futuro y el destino de un 1.200.000 palestinos que sobreviven en los territorios ocupados en 1948, proporcionado las justificaciones para las operaciones de traslado forzoso de esa parte del pueblo palestino que vive en su tierra histórica».
Aparte, los Acuerdos «convierten al futuro Estado palestino independiente y soberano, por cuyo establecimiento lucha el pueblo palestino, en una simple y endeble entidad totalmente sometida a la entidad sionista» y cuya población viviría en «reservas sin soberanía ni continuidad territorial» y en medio de la ocupación israelí y la presencia de fuerzas multinacionales.
Según el FPLP, el documento establece con claridad que el Estado palestino prometido estará desmilitarizado y no podrá acantonar ninguna fuerza armada palestina, que coordinará y cooperará en los asuntos de seguridad con Israel –que mantendría su derecho a conservar su presencia militar en el valle del Jordán y puestos de control militar al norte y centro de Cisjordania, teniendo las fuerzas aéreas israelíes pleno derecho al uso del espacio aéreo palestino– y que los pasos fronterizos serán vigilados por una fuerza palestina y multinacional».
Los ‘Acuerdos de Ginebra’ establecen el principio del «intercambio territorial», es decir, que no habrá retirada total de los Territorios Ocupados el 5 de junio de 1967 y «que habrá que aceptar la existencia como un hecho consumado de los asentamientos y el dominio israelí efectivo sobre Jerusalén, así como su judaización», prosigue el Frente.
Según el FPLP, los ‘Acuerdos de Ginebra’ suponen «una grave amenaza, no solamente para los derechos nacionales palestinos sino también para la seguridad nacional árabe en su conjunto». «En pocas palabras, los ‘Acuerdos de Ginebra’ convierten a la entidad palestina en un baluarte para la dominación sionista sobre la región árabe, para dividirla y separar a sus países unos de otros», añade el comunicado.