Israel señaló que continuará con sus «operaciones de localización» de militantes palestinos.
En la madrugada del lunes, otro atacante suicida murió al estallar una bomba que transportaba, cerca de un punto de control en el norte de Israel, pero no hubo otras víctimas.
La policía cree que se dirigía al pueblo de Afula.
Vestido de soldado
La Autoridad Palestina condenó inmediatamente el ataque del domingo, señalando que era una amenaza para el sueño de los palestinos de tener un estado propio.
«Condenamos totalmente los ataques terroristas dirigidos a civiles israelíes», señaló una declaración pública de la Autoridad Palestina.
A última hora del domingo, tanto el grupo militante palestino Hamas como el radical Frente Popular por al Liberación de Palestina se habían adjudicado la responsabilidad del ataque.
Se informó que el atacante salió de un taxi antes de detonar los explosivos colocados alrededor de su cintura. La policía dijo que vestía un uniforme del ejército israelí.
Fuentes israelíes señalaron que habían recibido una advertencia del ataque con 20 minutos de antelación, pero que la policía no logró dar con el sospechoso a tiempo.
Estábamos trabajando a 50 metros del lugar donde ocurrió la explosión. Corrimos para ayudar y estaba la gente tirada en el piso cubierta de sangre
Shimon Genna, testigo de la explosión
«Fue una explosión muy, muy fuerte» dijo Shimon Genna, un carnicero que estaba trabajando en el mercado al momento de la explosión.
«Estábamos trabajando a 50 metros del lugar donde ocurrió la explosión. Corrimos para ayudar y estaba la gente tirada en el piso cubierta de sangre».
Otros testigos han señalado que el mercado se encontraba relativamente vacío, de otra manera el número de víctimas habría sido mayor.
David Baker, un funcionario de la oficina del primer ministro Ariel Sharon, afirmó: «El que creía que la campaña terrorista contra Israel había terminado, estaba completamente equivocado».