Itongadol/AJN.- El gabinete de seguridad israelí aprobó permisos y planes de construcción para los palestinos que residen en la denominada Zona C de la Margen Occidental. La decisión se tomó en una votación secreta, pero al conocerse la noticia factores de derecha y extrema derecha de la coalición salieron a criticar públicamente la medida y a exigir que sea anulada.
Los legisladores Yoav Kisch (Likud) y Bezalel Smotrich (Habait Hayehudi) difundieron un comunicado en el que llaman a los ministros del gabinete de seguridad a anular la decisión de permitir a los palestinos la construcción de viviendas y la calificaron de “vergonzosa”.
Los diputados aseguran que esta medida contradice el mandato de los electores que llevaron a esos funcionarios al cargo que ocupan y atenta contra los intereses nacionales, “en momentos en que la construcción está congelada e incluso hay evacuación de asentamientos judíos”.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Uri Ariel, exigió que la decisión sea revisada y sometida a votación del gobierno en pleno, y no en el marco de reuniones secretas y “a espaldas de los representantes del pueblo”.
El Consejo de Asentamientos de Judea y Samaria (Moetzet Yesha) condenó la “escandalosa” decisión adoptada por el gabinete de seguridad y aseguró que “un gobierno de derecha no puede acpetarla”. "Es inaceptable que el gobierno quiera destruir casas en Amona y Ofra, y, al mismo tiempo construya barrios y edificios para los palestinos en territorios bajo control israelí”.
En respuesta al argumento de que la decisión forma parte del plan de “palo y zanahoria” del ministro de Defensa, el Consejo de Asentamientos asegura que “el palo de la congelación de asentamientos y los daños los reciben los asentamientos judíos, y la zanahoria es la autorización de construcción dada a los palestinos”. El Consejo pide a los miembros de la Knesset – el Parlamento de Israel – y ministros del gobierno que actúen en contra de esta decisión y en favor de la reanudación de la construcción en Judea y Samaria.
Por su parte, el ministro Yuval Steiniz (Likud), que votó a favor de la medida, explicó en declaraciones a Radio Kol Israel que “del mismo modo como deseamos desarrollar los asentamientos judíos, Israel debe permitir a los palestinos vivir en forma razonable”. Según Steiniz, se trata de una decisión racional y que no perjudica a Israel en el ámbito internacional.