Itongadol.- El gabinete de seguridad de Israel realizó una votación secreta la semana pasada en la que aprobó la creación de 22 nuevos asentamientos en Cisjordania.
Así lo informaron este martes los principales medios de comunicación hebreos.
Según el reporte, la moción fue presentada por el ministro de Defensa, Israel Katz, y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich.
El sitio web Israel Hayom afirmó que la coalición de gobierno liderada por Netanyahu pretende utilizar los nuevos asentamientos para reforzar la presencia israelí en torno a la ruta 443, que conecta Jerusalem y Tel Aviv a través de Modiin. Cabe destacar que un tramo de esta ruta atraviesa Cisjordania.
Por su parte, el presidente del Consejo de Yesha, Israel Ganz, remarcó que la decisión secreta del gobierno es ‘‘más importante desde 1967’’, cuando el Estado judío se hizo con el control de grandes extensiones de tierra en Cisjordania.
Cisjordania tiene una importancia central tanto histórica como religiosa para israelíes y palestinos. Desde 1967, tras la Guerra de los Seis Días, el Estado judío controla la región, aunque parte de ella fue cedida a la Autoridad Palestina (AP) en los acuerdos de Oslo de los años 90. La zona alberga sitios sagrados para el judaísmo, el cristianismo y el islam, y su estatus continúa siendo uno de los puntos más conflictivos del proceso de paz.
Administrativamente, Cisjordania está dividida en tres áreas: A, B y C. La primera está bajo control total de la AP, la segunda bajo control mixto, y la tercera, que representa más del 60% del territorio, permanece bajo control civil y militar israelí. Es en esta última donde se concentran la mayoría de los asentamientos, considerados ilegales por gran parte de la comunidad internacional.
En los últimos años, especialmente bajo el gobierno actual de Netanyahu -que cuenta con el apoyo de los partidos de extrema derecha-, la expansión de asentamientos cobró un nuevo impulso.
Diversos informes indican que desde 2023 se batió un récord en la aprobación de nuevas viviendas en Cisjordania, lo que ha suscitó críticas tanto internas como externas por el impacto que estas decisiones pueden tener sobre una solución de dos Estados.