Itongadol.- La estratégica ciudad de Severodonetsk, en la que todavía resisten las últimas unidades ucranianas, está cerca de caer en manos de Rusia, lo que significaría la pérdida del último reducto que controla Kiev en Lugansk, una de las dos regiones que junto a Donetsk conforman la cuenca minera del Donbas, región que controlan parcialmente fuerzas separatistas prorrusas desde 2014. De concretarse, sería una gran victoria para Moscú.
La situación en la ciudad es dramática y las pocas imágenes que llegan muestran una ciudad destrozada. Los tres puentes que salen de la urbe fueron destruidos, lo que dificulta la evacuación de los 12.000 civiles que aún viven en Severodonetsk. Antes de la guerra, según el alcalde, en la industrial ciudad ubicada al este de Ucrania vivían más de 100.00 habitantes.
Moscú anunció que abriría este miércoles un corredor humanitario para la evacuación de los civiles atrincherados en la planta química de Azot hacia la región separatista prorrusa de Lugansk. La planta química es la última ubicación de resistencia y refugio de tropas y civiles ucranianos. Las tropas rusas piden al Ejército ucraniano deponer las armas.
La ONU, por su parte, dijo que está analizando la posibilidad de apoyar la evacuación, como ya hizo en colaboración con la Cruz Roja en el caso de la acería Azovstal de Mariupol, en el sureste de Ucrania.
«Es posible que entre 1.000 y 1.200 civiles de Severodonetsk sigan en el territorio de la planta química de Azot», dijo en Telegram Rodion Miroshnik, un representante de la autodenominada administración separatista de la República Popular de Luhansk, respaldada por Rusia.
Miroshnik dijo que los civiles se encuentran en una parte de la planta que todavía está controlada por las fuerzas ucranianas, que según él son hasta 2.000 personas, entre combatientes ucranianos y extranjeros.
Por otro lado, el responsable militar de la región de Lugansk, Serhiy Haidai, expresó que las fuerzas armadas de Ucrania detienen el avance del enemigo desde tres puntos a la vez, tratan de defender Severodonetsk y evitan que los rusos avancen hacia la población cercana de Lisichansk.
Según Haidai, «los bloques de gran altura ubicados más cerca de la planta química están siendo destruidos. El enemigo es más débil en las batallas callejeras, por lo que abre fuego de artillería, arruinando casas» y otras instalaciones.
«Cada vez es más difícil, pero nuestras tropas refrenan al enemigo desde tres lados a la vez. Sin embargo, los rusos están cerca, por lo que la población sufre y las casas son destruidas», explicó Hadai.