El ministro propone un «estatuto especial» para eludir el espinoso problema de la soberanía política en Haram Al Sharif o Explanada de las mezquitas, donde se hallan las de Al Aqsa y de Omar, la colina que para los judíos es el Monte del Templo, donde en la antigüedad bíblica estuvieron los dos templos.
Conforme a su propuesta, los santuarios de las tres religiones, que gozan de autonomía administrativa, quedarían bajo supervisión internacional previo acuerdo de las tres partes y sin necesidad de dirimir a quién le compete la soberanía.
La disputa por la soberanía en esa zona de la ciudad amurallada, un kilómetro cuadrado de superficie donde también se encuentran el Muro de las Lamentaciones venerado por los judíos y el Santo Sepulcro que adora el mundo cristiano, es uno de los principales obstáculo para la paz entre israelíes y palestinos.
El plan de Ben Eliezer, casi seguro candidato de los social-demócratas para las elecciones generales de octubre del año próximo, no será sometido hoy a votación del Comité Central sino en la convención nacional del Partido, en julio próximo.
Su contenido coincide con el «borrador» del ex presidente estadounidense Bill Clinton, quien lo propuso en el verano del año 2000, poco antes de que se desencadenara la sangrienta crisis actual tras una polémica visita de Sharon a la Explanada de las mezquitas.
El presidente palestino, Yasir Arafat, confió ayer martes a un pacifista israelí en la ciudad de Ramala que, si se logra un tratado de paz, reconocerá la soberanía israelí en ese Muro -único vestigio de los viejos templos-, en el barrio judío reconstruido tras la guerra de 1967 en la ciudadela y en parte del barrio armenio.