El texto indica que ambos funcionarios tendrán atribución para intervenir en la causa principal, o sea, la investigación del atentado, hoy a cargo del juez Rodolfo Canicoba Corral, y todas las demás causas conexas, como la que instruye el juez Claudio Bonadío sobre las irregularidades cometidas, en especial por Juan José Galeano, a lo largo del expediente AMIA.
Paralelamente, se está preparando otra resolución en el marco del Ministerio de Justicia: el titular de esa cartera, Horacio Rosatti, firmaría en las próximas horas la conformación de la Dirección de Investigaciones de la Oficina Anticorrupción (OA), en la que Alejandro Rúa y Daniel Morin encabezarían desde allí la investigación del atentado, tanto en lo que respecta a quién produjo el ataque como al encubrimiento que hubo durante la pesquisa. Ayer, la Cámara Federal resolvió que la OA sea tenida como parte en la causa que instruye Bonadío y es seguro que esta misma semana Rúa y Morin pedirán que Galeano y Hugo Anzorreguy sean llamados a prestar declaración indagatoria.
Las movidas de esta semana apuntan a darle otra velocidad a lo que tenga que ver con el caso AMIA. Hoy en día hay cuatro frentes abiertos en los que tendrán que darse pasos de importancia:
– El Tribunal Oral dará a conocer los fundamentos de su fallo el 29 de octubre a las 20. En ese texto explicarán por qué absolvieron a los policías y a Telleldín y por qué imputan a Corach, Anzorreguy, Galeano, los fiscales, el personal del juzgado, el ex titular de la DAIA, Rubén Beraja, y otras personas por haber armado una pista falsa. Se habla de que los fundamentos tendrán 500 fojas, lo que pondrá en marcha varios expedientes judiciales y le enviará material a algunos ya existentes.
– La investigación del atentado está hoy en manos de Canicoba Corral. Algunos familiares y funcionarios ya empiezan a señalar que actúa con demasiada lentitud. En esta causa actuará la flamante fiscalía que encabeza Nissman. La Unidad Especial AMIA –que coordina a policías federales, hombres de la SIDE, Gendarmería y Prefectura–, y que ahora se incorporará a la Dirección de Investigaciones de la OA, es la que más material provee hoy en día a la causa y está pidiendo exhortos a varios países: Brasil, Paraguay, Suiza y Estados Unidos. Allí estarían –según los hombres de la Unidad AMIA, que dirige Rúa– los puntos clave de la pista que, partiendo de un celular de la Triple Frontera, señala a un colombiano convertido al Islam como coordinador del atentado.
– La investigación por las irregularidades en el expediente AMIA, a cargo de Bonadío. Aquí también actuarán la fiscalía de Nissman y la OA. Esta última pedirá la citación inmediata a Galeano como imputado y también hará el mismo pedido respecto de Hugo Anzorreguy. La OA fue ayer aceptada como parte en esta causa debido a que se malversó dinero del Estado: los 400.000 dólares pagados a Telleldín. El defensor de Juan José Ribelli, José Manuel Ubeira, pidió el apartamiento de Bonadío de esta causa por haber sido funcionario de la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia, cuando estaba a cargo de Carlos Corach. Como ahora Corach está imputado, la Cámara Federal podría aceptar la recusación que, en un principio, Bonadío había rechazado.
– El cuarto frente es el del Consejo de la Magistratura (ver aparte), donde, en caso de no aceptarle la renuncia, avanzaría el proceso para destituir a Galeano. En la Casa Rosada se barajó en las últimas semanas la idea de conformar una Conadep del caso AMIA, o sea un comisión integrada por personas de prestigio e independientes a los que se les abran todos los archivos y participen de la investigación. La idea no ha sido desechada, pero algunos familiares ya le hicieron saber al Gobierno que la responsabilidad por la pesquisa es del Estado y que es el Estado el que debe investigar. En todo caso una comisión sólo supervisaría lo que hagan los organismos estatales.
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