La convocatoria de un debate especial en la Asamblea se produce después de que el proyecto de resolución fuera rechazado por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Estados Unidos ejerció su derecho a veto cuando la resolución fue sometido a votación la semana pasada en el Consejo de Seguridad, cuyos resultados fueron diez votos a favor y cuatro abstenciones (Alemania, Gran Bretaña, Camerún y Bulgaria).
EEUU dijo que vetó el documento porque no condenaba los autores de los atentados suicidas con sus nombres ni el reciente atentado en un restaurante de Haifa, en el que murieron 20 personas.
«La resolución es desequilibrada y no condena el terrorismo en términos específicos», señaló el embajador estadounidense, John Negroponte.
Ahora la Autoridad Nacional Palestina (ANP) quiere que la misma resolución se someta a votación en la Asamblea General, en la que se denuncia tanto la expansión del muro de separación como la construcción de 600 nuevos asentamientos judíos en territorio palestino.
«La construcción del muro es ilegal bajo las provisiones del derecho internacional y de acuerdo con la línea del armisticio de 1949, por lo que debe cesar y revertirse de inmediato», indica en el texto de resolución.
En el borrador también se insta a Israel a poner fin a la violencia sobre el terreno y a acabar con la ocupación que data de 1967.
También destaca «la necesidad de lograr la paz en base a la propuesta de dos Estados, Israel y Palestina, que convivan uno al lado del otro con fronteras seguras y reconocidas».
Asimismo, urge a Israel, como poder ocupante, a respetar de forma efectiva la IV Convención de Ginebra de 1949, relativa a la protección de civiles en tiempos de guerra.
La primera fase del muro, que se inició en junio de 2002 y se finalizó recientemente, es de 150 kilómetros y se construyó en las áreas del noroeste de Cisjordania.
Según el observador permanente de la ANP ante la ONU, Naser Al-Kidwa, la comunidad internacional no reaccionó en aquel momento porque el proyecto se llevó a cabo totalmente en secreto.
Explicó que el muro se erige hasta ocho metros de altura en algunos tramos y se adentra en tierras palestinas cerca de 22 kilómetros, lo que de momento ya ha afectado la vida de 200.000 palestinos.
El representante palestino señaló que, a parte de someter a votación la resolución en la Asamblea General, también intentarían nuevos «mecanismos» para que la comunidad internacional condene las acciones de Israel.
En este sentido, explicó que su organización quiere presentar una segunda resolución en la Asamblea General para que este órgano de la ONU lleve el caso ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, para que dictamine sobre la legalidad del muro.
Con esta otra resolución, los palestinos intentan presionar a Israel para que detenga la construcción del muro y desmantele los tramos construidos hasta el momento.
Israel insiste en que la barrera es esencial para prevenir los ataques suicidas y para crear un ambiente de confianza y seguridad para las negociaciones en el proceso de pacificación.
Para Al-Kidwa, resulta difícil creer en la viabilidad de la «Hoja de Ruta», que busca agilizar las negociaciones de paz, mientras los israelíes continúan la construcción del muro de separación.
A diferencia de las resoluciones que se adoptan en el Consejo del Seguridad, las que se aprueban en la Asamblea General, formada por los 191 países inscritos en la ONU, no tienen carácter vinculante y tan sólo tienen un peso simbólico. Fuente: EFE
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