Aboul Gheit y el canciller jordano Abdel Ilah al-Khatib llegarán el miércoles a Israel para analizar el plan de paz aprobado en marzo en la conferencia cimera efectuada en Arabia Saudí.
Egipto y Jordania fueron delegados el mes pasado por una comisión de la Liga Arabe por ser los únicos países árabes que tienen relaciones diplomáticas con el estado judío.
El primer ministro israelí Ehud Olmert pidió a los árabes _ especialmente Arabia Saudí _ que dialoguen directamente con Israel sobre la iniciativa. Sin embargo, el reino saudí y otros se negaron en redondo, alegando que el estado judío debe aceptar primero la devolución de los territorios conquistados en la guerra de 1967 antes de que consideren la posibilidad de reunirse en un encuentro directo.
Aboul Gheit mencionó la posibilidad de contactos directos más amplios si Israel satisface ciertos requisitos, aunque no especificó qué países árabes se sumarían a los contactos directos.
Los contactos serían posible, agregó Aboul Gheit, «siempre y cuando Israel cese sus actuaciones en los territorios ocupados».
La iniciativa árabe promete a Israel una paz amplia con todas las naciones árabes si se retira de los territorios ocupados en la guerra de 1967, incluyendo la parte oriental de Jerusalén, y permite la creación de un estado palestino independiente, cuya capital quedaría establecida en la parte de Jerusalén que evacúen las fuerzas del estado judío.
Israel rechazó de plano la propuesta cuando fue presentada por primera vez en el 2002, aunque Olmert dijo ahora que está dispuesto a considerarla.