Cuatro dirigentes del grupo fundamentalista islámico Hamas apelarán ante la Corte Suprema de Israel por la decisión del gobierno de Jerusalén de revocarles sus derechos de residencia, anunció el miércoles el ministro de justicia palestino.
Israel decidió el martes anular las tarjetas de residencia de tres legisladores de Hamas y de un ministro. Las tarjetas les permitían residir de manera permanente en Jerusalén y desplazarse por Israel sin impedimento alguno.
La decisión –un castigo sin precedentes– fue adoptada luego que el gobierno palestino liderado por Hamas se negó a criticar un ataque suicida lanzado el lunes por la organización Yihad Islámica. Israel considera que Hamas – que ha perpetrado decenas de atentados similares – tolera y discretamente apoya esos ataques. En el atentado, a las puertas de un restaurante de comida rápida en Tel Aviv, murieron nueve civiles y decenas fueron heridos.
El ministro de Justicia palestino, Ahmed Khaldi, dijo que el gobierno respaldará la lucha legal de los cuatro, en parte porque, dijo, existen temores entre los palestinos de que Israel intente establecer un precedente y despoje a otros palestinos de sus derechos a residir en Jerusalén.
Khaldi dijo que cree que los cuatro tienen argumentos sólidos para presentar ante la Corte Suprema. «Israel no puede demostrar que participaron en alguna acción ilegal», señaló.
Guideon Meir, alto funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, dijo que «la razón para revocar» los derechos de residencia «es el terrorismo. Alguien que está involucrado en ataques terroristas debe aceptar las consecuencias».
La decisión israelí destacó la complicada situación legal de más de 200.000 palestinos que viven en el este de Jerusalén, el sector capturado por Israel en la guerra de 1967 y anexado a su capital.
La mayoría de los palestinos en Jerusalén tienen tarjetas de residencia permanente, tras rechazar la oferta israelí de convertirse en ciudadanos, pues eso sería aceptar la anexión de Israel. Los palestinos desean establecer su futura capital en el este de Jerusalén.
Como residentes, los palestinos pagan impuestos en Israel y pueden recibir los beneficios de la seguridad social y de atención médica. Sin embargo, participan en las elecciones palestinas, no en las israelíes.