El titular palestino de Administración Local y jefe del equipo de negociaciones, Saeb Erekat, condenó el asesinato de Salah Shehade, que según él, tira por la borda los avances logrados en las dos últimas reuniones con la delegación interministerial israelí encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores, Simon Peres. Erekat añadió que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) intentará llevar al primer ministro, Ariel Sharón, ante el Tribunal Penal Internacional.
El ministro palestino de Información y Cultura, Yasir Abed Rabbo, acusó a Sharón de «criminal de guerra», y aseguró que la ANP hará las gestiones necesarias para encausarlo como tal ante el recientemente creadio tribunal de La Haya. De esta forma, los dirigentes palestinos intentan desacreditar a Sharón, quien previamente logró deslegitimar a Yasir Arafat, condenándolo al ostracismo político internacional.
El propio Arafat aprovechó entonces esta breve oportunidad para decir algo, calificando la acción militar israelí de «crimen horrible contra niños inocentes», haciendo referencia al hecho de que nueve de las quince víctimas y muchos de los más de cien heridos eran menores de edad. Asimismo, añadió que el asesinato tuvo por objeto torpedear los últimos contactos con el Gobierno israelí, que calificó de «esperanzadores».
Por su parte, el Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás), a cuya rama militar pertenecía Shehade ya desde la primera Intifada (1987-93), distribuyó un comunicado durante el multitudinario funeral, en el que sentenciaba que «Aquel que sueña con la llamada paz esta equivocado. No puede haber paz con Israel», anticipando así lo que podría suponer una nueva campaña de atentados suicidas.Fte E.Press