Itongadol.- En un ambiente de gran camaradería se llevó a cabo la “Octava Cena Anual 5778-2018” de las Escuelas Oholey Jinuj de Jabad Lubavitch, en uno de los salones de “La Rural”, con el llamativo lema “Vamos para arriba”.
Luego de una imponente recepción, durante la cual los asistentes pudieron deleitarse con una gran variedad de comidas, se ingresó al lugar en el cual se desarrollaría la cena propiamente dicha, que fue conducida desde un escenario ubicado en el centro del salón por Sh. Plotka, quien mencionó que cinco son las escuelas de Jabad Lubavitch, donde un destacado porcentaje de los docentes son ex alumnos de las Escuelas Oholey Jinuj.
Durante el inicio de la cena, se proyectaron varios videos institucionales, en donde alumnos y alumnas de las escuelas Oholey Jinuj, de diversas edades, explicaban las características que la distinguen. El director administrativo de las escuelas, Gabriel Pines, agradeció a los asistentes y a los donantes por su colaboración con Oholey Jinuj, y también al personal de dirección, profesores y docentes, al igual que a sus colaboradores inmediatos y a todos los empleados de la institución por la cooperación prestada en la organización de la cena anual.
Durante el transcurso de la cena, el director general de Jabad Lubavitch Argentina, Rabino Tzví Grunblatt, se dirigió a los asistentes, realizando un Lejaim destinado a todas las personas que trabajan y colaboran con las Escuelas Oholey Jinuj.
Luego, contó que a una persona que había obtenido una entrevista con el Rebe, para solicitarle una bendición relacionada con un aspecto material, el Rebe le dijo: “Eso es lo que pedís, vos deberías haber pedido una braja (bendición) para tener éxito en la educación de tus hijos, en vez de eso que pediste: un poco de plata”. A partir de esta anécdota, deseó que todos “tengamos najat (satisfacciones) de nuestros hijos, que tengamos todas las bendiciones para que sean buenos yehudim (judíos)”.
Más tarde mencionó un texto de la Guemara, del tratado Baba Metzia, que trata temas civiles y comerciales, referido a Rab Jia, “uno de los sabios pilares de la Guemara” cuya virtud fue comprometerse a que no se olviden de la Torá y les enseñó a cada uno de sus hijos uno de los libros de la Torá y los tratados de la Mishna. Le dijo que cada uno les enseñe a los otros lo que él había aprendido. La virtud de Rab Jiaq fue que “él hizo, enseñó a cada uno”.
El rabino Grunblatt explicó a continuación que es eso lo que se hace en las Escuelas Oholey Jinuj: le enseña a los chicos para que no se olvide la Torá, afirmando que “esa es la fuerza que tiene Oholey Jinuj, porque asegura que la Torá no se va a olvidar”.
Finalmente, el director general de Jabad Lubavitch Argentina se refirió que ya se está transitando el mes de Elul, el que antecede a los Iamim Noraim, y en el cual según enseña Maimónides, hay que acrecentar la tzedaka (ayuda social, donaciones) y las mitzvot.
Luego de las palabras del Rabino Tzvi Grunblatt, se solicitó una especial colaboración de los asistentes para que las Escuelas Oholey Jinuj puedan seguir becando a los alumnos que lo necesitan.
Mientras los asistentes se comprometían a sostener la obra educativa de las Escuelas Oholey Jinuj, la cena fue amenizada por el reconocido mago Gaby Chester.
Por último, luego de que Gabriel Pines agradeciera a todos los que se comprometieron a colaborar con la institución durante el próximo año hebreo, se sortearon entre los asistentes dos joyas especialmente donadas para esta fiesta.