Itongadol.- De las numerosas ceremonias y recepciones que el Presidente Reuven Rivlin alberga para organizaciones e instituciones de Israel y de extranjero, la más cercana a su corazón fue posiblemente la reunión de la Junta de Gobernadores de la Universidad Hebrea de Jerusalem, que este año está celebrando el centenario de la colocación de sus 14 piedras fundamentales en el Monte Scopus.
Rivlin no solo es graduado en Derecho de la Universidad Hebrea, sino que tiene un Doctorado Honorario y una conexión de segunda generación. Su difunto padre, el Prof. Yosef Yoel Rivlin, comenzó su carrera académica en la universidad en 1927, dos años después de su inauguración oficial, trabajando inicialmente como profesor asistente, hasta llegar finalmente a la categoría de profesor titular.
Yossi Gal, Vicepresidente para Relaciones Exteriores de la UHJ, declaró que la Universidad Hebrea tiene una tradición de innovación y una firma por excelencia.
Luego enumeró algunos de los logros de sus facultades y ex alumnos, incluidas las distinciones: 8 galardonados con el Premio Nobel; 20 ganadores del Premio Wolf; 20 ganadores de Emet, incluidos tres más anunciados la semana pasada; 50 ganadores del Premio Rothschild; y 241 ganadores del Premio Israel, en los diferentes campos en los que se otorga.
La mayoría de los distinguidos con los diferentes premios se agruparon en las primeras filas de la recepción que se celebró el complejo presidencial.
Reconociendo que sus logros fueron grandes éxitos individuales resultantes de décadas de arduo trabajo y creatividad, Rivlin dijo que “la Universidad Hebrea era parte del sistema de apoyo del cual creció su excelencia. Estamos orgullosos de usted y estamos orgullosos de ustedes”.
También declaró que la Universidad Hebrea fue “un gran paso” hacia la creación del Estado de Israel, y un socio líder en la creación no solo de un Israel mejor, sino de un mundo mejor.
En este último contexto, enumeró muchas de las iniciativas y descubrimientos de los investigadores de la Universidad Hebrea particularmente en agricultura, evitando el hambre, permitiendo la gestión del agua, curando enfermedades y más.
También destacó el rol de la Universidad Hebrea convirtiendo a Jerusalem en una ciudad universitaria como Cambridge y Oxford. “Jerusalem es la corona del pueblo judío, y la Universidad Hebrea es la joya de la corona”.
Rivlin destacó que además de él y su padre, también su esposa Nechama también estuvo ligada a la UHJ, ya que trabajó en sus bibliotecas por 40 años.
Por Greer Fay Cashman, para jpost.com