Itongadol/Agencia AJN.- El jueves por la noche, las sirenas sacudieron a los ciudadanos del sur de Israel luego de que se dispararan dos cohetes desde la Franja de Gaza a la ciudad de Ashkelon y a las comunidades cercanas. Se trata del segundo ataque en días después de meses de relativa tranquilidad a lo largo de la frontera.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron que un proyectil fue interceptado por el sistema de defensa aérea Cúpula de Hierro. El segundo misil pareció aterrizar en campo abierto, y no se reportaron heridos ni daños materiales.
Las imágenes de video aparentemente mostraron la intercepción de la Cúpula de Hierro sobre Ashkelon.
El ataque se produjo dos días después de otro ataque mediante un cohete contra Israel, lo que provocó una incursión de represalia por parte del ejército israelí. Un cohete había caído desde Gaza el viernes.
También esta semana, los militares anunciaran que habían descubierto lo que decían que era un túnel de ataque de Hamas dentro del territorio israelí que había sido excavado desde la Franja de Gaza. El llamado «túnel del terror» se había construido desde la ciudad de Khan Younis, al sur de Gaza, hacia la comunidad israelí del kibutz Kissufim.
Aunque el túnel penetraba docenas de metros en el territorio israelí, permanecía en el lado de Gaza de la barrera subterránea de hormigón alrededor de la Franja. El portavoz de las FDI, Hidai Zilberman, dijo que la barrera llena de sensores, que debe ser completada en los próximos meses, identificó por primera vez una anomalía el lunes y los ingenieros militares confirmaron que se trataba en realidad de un túnel al día siguiente.
Los militares dijeron el miércoles por la noche que habían determinado que Hamas estaba detrás del túnel basándose en la forma en que fue construido. No hubo ningún comentario inmediato de Hamas confirmando o negando las declaraciones israelíes.
En las últimas semanas han proliferado informes en los medios de comunicación hebreos de que Qatar está a punto de llegar a un acuerdo para reanudar el suministro de decenas de millones de dólares en transferencias mensuales en efectivo a Gaza, con el fin de ayudar a mantener a raya las presiones internas.