Las novedades producidas respecto a las próximas elecciones de la AMIA, en los 50 días transcurridos del corriente año, han sido relevantes: oficialmente se dieron a conocer los programas y agrupaciones que integran los dos frentes electorales – Frente Comunitario y Acción Plural – que, por el momento, el domingo 10 de abril enfrentarán al Bloque Unido Religioso, FACCMA anunció que la federación que nuclea a las instituciones sociodeportivas no apoya a ninguna de las listas electorales; el presidente de la Sociedad Hebraica Argentina, Oscar Olender – a quien se mencionaba como uno de los posibles candidatos a la presidencia de la AMIA – anunció su renuncia de la agrupación Amia es de Todos, y por lo tanto del Frente Comunitario.
Estos 50 días han sido de trabajo también para el Bloque Unido Religioso: por un lado solidificando los contactos con aquellos que – por su tipo de observancia religiosa del judaísmo – son su base electoral, y por otro intentando captar a los asociados de la AMIA que sin serlo no están de acuerdo con las propuestas “anti ortodoxas” del Frente Comunitario y de Acción Plural; todo esto sin descuidar la conducción de la AMIA y su representación externa, que por lógica trasciende en los medios de prensa.
A estos hechos se le deben sumar innumerables reuniones entre dirigentes de todos los sectores destinadas tanto a captar nuevos adherentes a los proyectos electorales existentes, construir otro mediante la unión de los dos frentes “opositores”, crear una nueva opción electoral para quienes no son “ortodoxos” ni “anti ortodoxos” y hasta conformar una lista única.
Por otra parte, no debemos olvidarnos de los rumores, que a lo largo de todos estos días no dejaron de surgir y de los cuales algunos – muy pocos lógicamente – se convirtieron en noticia, pero que también ocuparon el tiempo de la dirigencia, aunque más no sea para descartarlos.
Es decir, todos los involucrados – de una manera u otra – en la próxima elección de la AMIA utilizaron los estivales días de enero y febrero, no para descansar, sino para trabajar en los diversos proyectos a los cuales adhieren e intentan que prevalezcan en el favor de los asociados de la AMIA que el domingo 10 de abril concurrirán a depositar su voto en las mesas electorales que se ubicarán en distintas instituciones judías de la ciudad de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires.
Si algo se ha destacado, de acuerdo a nuestro entender, en todo lo que estamos comentando es que cada uno de los dirigentes que han tenido participación en estos hechos siempre han sido sinceros.
Decimos esto sin descartar la posibilidad de que algunos de los rumores propalados tuvieran la intención de confundir a quienes los escuchaban, pero como son rumores que no fueron confirmados, por lo menos hasta el momento de escribirse este comentario, no les otorgamos validez, la que si tienen las plataformas presentadas y las declaraciones periodísticas efectuadas, en las que sinceramente se expresa lo que se piensa llevar a la práctica si obtienen los votos necesarios para poder designar a quien será el próximo presidente de la AMIA y al resto de los miembros de la Comisión Directiva.
Pero dentro de estas “sinceridades” hay dos que realmente sobresalen del resto, la primera fue pronunciada por Luis Grynwald en una nota que le efectuó AJN/Itón Gadol: “A mí me gusta dirigir la AMIA”; y la segunda que trascendió el nombre de quien del dirigente que sería el candidato a presidente de la AMIA del Frente Comunitario: Isaac Ursztein.
Es cierto que para la gran mayoría de la dirigencia y de los azkanim (voluntarios), que son activos miembros de los factores ideológicos, y las agrupaciones que participan en la política interna comunitaria, se daba por descontado que Luis Grynwald tenía intenciones de volver a ser presidente de la AMIA casi desde que dejó de serlo, el 12 de junio de 2008, hasta el momento no sólo no lo había aceptado sino que en más de una oportunidad, al ser consultado, lo negó explícitamente.
Qué hace unos días haya dicho “A mí me gusta dirigir la AMIA” es muy importante pues es un dirigente que, con sus virtudes y defectos, además de tener la experiencia necesaria – fue tesorero, vocal y presidente de la AMIA – es el primero de los posibles candidatos a presidente de la institución central de la vida judía de nuestra comunidad que sinceramente expresa su deseo, ya que para dirigir la AMIA hay que presidirla.
Si los socios de la AMIA acompañaran a Luis Grynwald dándole su voto, es algo que recién sabremos el 10 de abril a la noche, pero por el momento – cuando faltan unos 42 días para el acto comicial – es muy positivo que haya dicho lo que dijo.
También lo es que se sepa que el Frente Comunitario ya haya decidido quién será su candidato a la presidencia de la Kehila de Buenos Aires, Isaac Ursztein, un dirigente que ha sido presidente de la Organización Hebrea Argentina Macabi, el tradicional club de la calle Tucumán, y que si bien no ha tenido actuación en la AMIA es un azkan (dirigente voluntario) muy respetado y con gran conocimiento de la comunidad.
Por otro lado, que el Bloque Unido Religioso mantenga la misma tesitura de hace tres años, que presentara una lista sin indicar quien es su candidato a la presidencia, también es una muestra de sinceridad, debido a que esta agrupación, plenamente identificada con la observancia de la Halajá (Ley Judía) y comúnmente definida como representante de la “ortodoxia” religiosa judía, tiene un referente indiscutido en todo lo relacionado con la política interna de la AMIA, el rabino Samuel Levin, quien es el que, finalmente, tiene la última palabra y por lo tanto esperará conocer el resultado de la elección para dar a conocer su decisión.