El comité central de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) se reunió ayer en Ramallah en sesión de emergencia para estudiar los resultados y consecuencias de uno de los mayores ataques israelíes desde que se inició la segunda «intifada», hace más de tres años.
Arafat llamó a los miembros del Cuarteto Internacional, a los países no alineados, así como al mundo árabe e islámico a que intervengan «de forma urgente para frenar la loca escalada militar de Israel».
La portavoz militar israelí, Ruth Yaron, dijo que en el incidente del lunes por la noche «por desgracia había civiles y fueron alcanzados en el ataque, ya que cualquier terrorista que huye y se adentra en una zona densamente poblada pone en peligro a la población», afirmó. El alto número de víctimas civiles ha provocado un fuerte debate interno en la sociedad israelí. El presidente de Israel, Moshe Katsav, lamentó ayer la muerte de inocentes y presentó su pésame a las familias afectadas. En el Gobierno de Jerusalén, el ministro de Infraestructuras Nacionales, Yosef Paritski, propuso indemnizar a las familias de las víctimas palestinas. El líder del partido pacifista Meretz, Yossi Sarid, pidió a los pilotos de la fuerza aérea que «no obedezcan órdenes ilegales».
El jefe de la Inteligencia Militar,Aharon Zeevi, afirmó que «el Tsahal se esfuerza para evitar dañar víctimas inocentes y alcanzar solamente a presuntos terroristas suicidas, pero siempre hay que hacerse una pregunta: ¿quién llorará antes, las madres palestinas o las madres israelíes?». Fuente: LVD