Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) se vieron forzadas a realizar ajustes en la operación Plomo Fundido debido a los documentos robados por la ex soldado Anat Kamm, quien se los entregó al periodista de Haaretz Uri Blau, según indicó un importante oficial de las FDI a la Radio del Ejército.
El oficial dijo que luego de que las FDI descubrieran la filtración de información, se desarrollaron una serie de encuentros entre las instancias militares más altas, que resultaron en cambios operativos para asegurar la seguridad de los soldados israelíes en Gaza.
Entretanto, la madre de Kamm, Ada Gersht, dijo que su hija nunca tuvo la intención de dañar la seguridad israelí y negó que ésta tuviera tendencias izquierdistas.
“Anat era una niña normal y tuvo una infancia normal”, dijo ante la Radio del Ejército. “Era muy inteligente y confiable, sabía como expresarse correctamente. Pero nunca se ocupó de actividades políticas de cualquier tipo de persuasión y nunca perteneció a la izquierda radical”.
Entretanto, en su primera respuesta desde el escándalo, Blau escribió el viernes en Haaretz que nunca imaginó que podría regresar a Israel como un hombre libre y denominó al asunto como “una batalla por la imagen del país, no por mi libertad personal”.
En su artículo, Blau escribió que un gran número de su “información personal” ha sido obtenida por las autoridades, que había recibido advertencias de que su teléfono estaba intervenido y que desconocidos han ingresado por la fuerza a su casa de Tel Aviv.
Indicó que se enteró de la noticia del arresto de Kamm cuando estaba de viaje por China.
“Cuando me fui de Israel no tenía razones para creer que mi viaje de mochilero con mi novia se convertiría en una película de espías”, escribió. “Las experiencias que había leído en las novelas de suspenso se convirtieron en mi realidad en los meses recientes”.
239
GL