A 172 meses del atentado a la mutual judía de Buenos Aires, la agrupación Familiares y Amigos de las Víctimas de la AMIA recordó a los fallecidos en la masacre con el tradicional acto en la calle Pasteur al 600.
Daniel Komarovsky, único orador, expresó que “hoy, por fin, tenemos un motivo para tener esperanzas. Después de 4 años y 4 meses comenzamos a ver que hay un cambio importante”.
Las palabras de Komarovsky se refirieron a la decisión del juez Ariel Lijo de citar a declaración indagatoria al ex presidente Carlos Menem junto a otros seis acusados: Munir Menem (ex embajador argentino en Siria), Hugo Anzorreguy (ex jefe de la SIDE), Juan Carlos Anchezar (ex subsecretario de Inteligencia), Juan José Galeano (ex juez de la causa), Jorge Alberto Palacios (ex comisario) y Carlos Antonio Castañeda (ex comisario inspector).
“La citación a declaración indagatoria se trata de un avance importante”, afirmó Komarovsky y agregó que “demuestra que las pruebas que reunió el fiscal (Alberto Nisman) permitieron comprobar y corroborar las imputaciones hechas por él”.
Y añadió: “Sostenemos que el llamado a indagatoria es una demostración de que estábamos en el camino correcto todos aquellos que a los pocos días del atentado ya denunciábamos que el entonces presidente Menem tenía mucha responsabilidad en el atentado, y no hablo solamente de los integrantes de Familiares y Amigos, sino de todos los que sin temor lo decíamos a viva voz”.
Komarovsky enfatizó que a partir de la decisión del juez Lijo “para la justicia, tiene nombre y apellido aquel Estado Argentino que no brindó protección a quienes fueron masacrados” y aseguró que el Estado “hizo todo lo posible para encubrir y ocultar, por todos los medios, la verdad”.
“Nos gustaría estar acompañados por todas las instituciones afectadas por el atentado del 18 de julio de 1994 y por la comunidad en general, y esperemos que los señores convocados a declarar, sí se pueden llamar señores, no interpongan chicanas ni ningún otro tipo de artilugio. Que se presenten a la justicia y declaren", enfatizó.
Komarovsky concluyó sus palabras con una frase del premio Nóbel de la Paz, y sobreviviente del Holocausto, Elie Wiesel, que señaló que “para que la cuerda del violín vibre, es necesario tensarla aún a riesgo de romperla porque floja es un cordel”.
“Tenemos pues entonces nuestras voces, y por qué no nuestros actos, hasta que juntos suenen como un maravilloso acorde tras la música de la verdad y la justicia”, concluyó.
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