Inicio ISRAEL Exrehén israelí relata que sus captores palestinos lo dejaban sin comer intencionalmente: “Te ves a vos mismo suplicando y ellos lo disfrutan”

Exrehén israelí relata que sus captores palestinos lo dejaban sin comer intencionalmente: “Te ves a vos mismo suplicando y ellos lo disfrutan”

Por IG
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Itongadol.- Eliya Cohen, exrehén israelí secuestrado por terroristas palestinos de Hamás en el festival de música Nova y mantenido cautivo durante 505 días, declaró que sus captores aumentaron drásticamente la cantidad de comida que le daban durante sus últimas semanas de cautiverio, tras el demacrado aspecto de los rehenes liberados antes que él, que desató la indignación internacional.

Estuvo cautivo junto con Eli Sharabi y Or Levy, quienes fueron devueltos el 8 de febrero, peligrosamente demacrados. Los tres estuvieron con Alon Ohel, quien aún no ha sido liberado.

Cohen dijo al Canal 12 que durante la mayor parte de su tiempo en cautiverio recibió muy poca comida.

“Podés soportar que te humillen. Podés soportar que te maldigan. Podés soportar que te encadenen las piernas -dijo-. El hambre es una lucha diaria porque, además de estar hambriento, también luchás por tu vida. Cada noche te vas a dormir pensando: ‘¿Qué voy a hacer mañana para conseguir ese pedazo de pita?’”, por el pan árabe.

Contó que la mayoría de los días, sus captores les daban a cada uno de los cuatro hombres un pedazo de pita y una o dos cucharadas de porotos o arvejas, pero otros días “le rogaba a D’s que así fuera. Que hubiera una pan pita seca con dos cucharadas de porotos”.

Añadió que a veces los terroristas les llevaban tres pitas en lugar de cuatro y les ordenaban que las compartieran, afirmando que les darían otra más tarde.

“Te ves a vos mismo suplicando y ellos lo disfrutan -dijo-. Saben que te están matando de hambre.»

Cohen contó que, ocasionalmente, él y los demás intentaban pedirles a sus captores que les proporcionaran más comida y lo conseguían.

“No puedo describir esa sensación cuando de repente lográs conmoverlos y entran silenciosamente a la habitación y te traen una pita, una barra de chocolate o una barra de manteca de maní -declaró a Canal 12-. Es lo mejor que te ha pasado en la vida en ese momento, porque sobrevivís un día más.”

Aunque no tenía acceso al mundo exterior durante el cautiverio, Cohen se dio cuenta de que podía haberse firmado un acuerdo cuando, a fines de enero, sus captores empezaron a verse “muy, muy felices”.

“De repente empezó a llegar más comida -dijo-. Un mes antes de que regresáramos a casa, llegó un comandante [de Hamás]. Nos vio en pésimas condiciones y ordenó que nos soltaran porque, en esencia, ‘la lucha había terminado’.”

Los terroristas comenzaron a «llenarnos de comida, sobre todo después de que liberaran a Eli y Or. Ello causó revuelo», afirmó Cohen.

A pesar de haber estado gravemente desnutrido hasta ese momento, a Cohen no le costó adaptarse a la mayor cantidad de comida.

«Te sentís tan inseguro por la falta de certeza nutricional y alimentaria que querés meterte cualquier cosa en la boca», afirmó.

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