El jefe militar de este grupo, Majed Al Harazin, de 38 años, circulaba en el barrio Nasser, en el norte de la ciudad, cuando lo mató un misil. Uno de sus lugartenientes también pereció en este ataque.
Otros tres combatientes de Yihad Islámica perdieron la vida la noche del lunes durante un segundo ataque en el sur de la ciudad de Gaza. Cinco personas fueron heridas, una de las cuales falleció después en el hospital.
Una unidad especial israelí mató a un décimo miembro del grupo, un jefe local de la Yihad Islámica en Jenín (Cisjordania), según fuentes de un hospital.
El ejército israelí también atacó a una posición de la policía de Hamas en el sur de la Franja de Gaza, matando a un miliciano e hiriendo a otros cuatro.
Con estos casos llegan a 5.988 las personas muertas en la violencia israelo-palestina desde 2000, en su gran mayoría palestinos, según un balance establecido por AFP.
Un portavoz del ejército israelí indicó que Harazin había «supervisado las actividades de los comandos que disparan cohetes hacia el sur de Israel».
El nombre de Majed Harazin, alias ‘Abu Mu’min’, era mantenido secreto por la Yihad Islámica, incluyendo a los combatientes de base, para evitar los intentos de asesinato.
La radio miltiar israelí consideró que este movimiento radical quizás fue infiltrado por el Shin Beth, el servicio de seguridad interior, lo que explicaría la eliminación en pocas horas de altos responsables de la Yihad Islámica buscados desde hacía varios años.
El predecesor de Harazin, Jaled Al Dahduh, murió en marzo de 2006 al estallar un vehículo cuando caminaba por una calle de Gaza.
La Yihad Islámica prometió vengarse. «Nosotros afirmamos que el asesinato (de Harazin) desencadenará una ola de operaciones mártires», indicó el grupo en un comunicado.
«Todos los medios considerados apropiados serán utilizados para atacar al enemigo en Gaza, Cisjordania, y dentro de las fronteras de 1948 (Israel)», insistió Abu Ahmed, un portavoz del brazo armado de la Yihad Islámica.
Por su parte, el viceministro de Defensa israelí, Matan Vilnai, se felicitó ante «los éxitos obtenidos» con la muerte del jefe militar de la Yihad Islámica y sostuvo que «lo fundamental no es el numero de activistas muertos, sino su importancia dentro de la jerarquía de la organización».
La Yihad Islámica es responsable de la mayor parte de los disparos de cohetes contra el sur de Israel. En total, 12 israelíes murieron a causa de estos cohetes desde 2000.