Tanto el Gobierno como los organismos de Defensa insisten en que Israel sigue comprometido en respetar las resoluciones internacionales para mantener la calma en la zona fronteriza, aunque advierten de que el Ejército responderá a cualquier provocación que ponga en peligro la defensa de la soberanía territorial.
«Israel opera dentro del territorio israelí a fin de contrarrestar los continuos intentos por parte de (la milicia chií libanesa) Hizbulá para aumentar la tensión», declaró a Efe Miri Eisin, portavoz de la Oficina del Primer Ministro, Ehud Olmert.
«Actuamos en coordinación con las fuerzas de la ONU y no tenemos ningún interés en una escalada de la tensión en la frontera norte, pero haremos todo lo que esté a nuestro alcance para defender nuestra soberanía territorial», agregó.
En el mismo sentido se expresó el ministro de Defensa, Amir Peretz, tras el intercambio de fuego de anoche entre los Ejércitos de ambos países.
«No tenemos intenciones de que se produzca una escalada, pero en cualquier situación en la que haya fuego que ponga en peligro a fuerzas del Ejército israelí deberemos responder», advirtió Peretz durante una reunión celebrada con altos mandos de la seguridad.
El titular de Defensa aclaró que «Israel no hará oídos sordos» a los ataques procedentes desde el Líbano y dijo que «las fuerzas de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) y del Ejército libanés están cumpliendo sus funciones y nosotros pretendemos continuar haciendo lo propio».
En un encuentro celebrado esta mañana con altos mandos militares, Peretz manifestó que «la Comandancia Norte ha operado en concordancia con las regulaciones y de la manera correcta y necesaria, cumpliendo con la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU».
Se refería a la resolución que puso fin a 34 días de contienda entre Israel y Hizbulá, que opera principalmente desde el sur del Líbano, y por el que ambas partes acordaron poner fin a las hostilidades, y aceptar el refuerzo de la fuerza internacional y el despliegue de Ejército libanés.
El suceso de anoche comenzó con el disparo por parte del Ejército libanés contra tropas israelíes que operaban en la zona fronteriza y que fue respondido por dos ráfagas de un tanque del Ejército israelí contra posiciones militares libanesas: un puesto de observación y un vehículo blindado.
Los hechos ocurrieron en una zona al norte de la cooperativa agrícola israelí de Avivim, en la que soldados de infantería y fuerzas blindadas realizaban una operación para allanar un terreno fronterizo que se halla entre la Línea Azul (frontera internacional delimitada por la ONU) y la cerca electrónica levantada por Israel en 2000.
Fuentes castrenses israelíes aseguraron que «los soldados israelíes no cruzaron la Línea Azul» y que en todo momento estuvieron en territorio israelí, al norte de la cooperativa agrícola y al sur de la frontera internacional.
Sin embargo, fuentes policiales libanesas aseguraron que el incidente se produjo cuando una excavadora del Ejército israelí penetró 20 metros dentro de la frontera libanesa tras haber atravesado la Línea Azul.
Se trata de una zona militar de unos 60 metros de ancho en la que una patrulla israelí encontró hace dos días cuatro potentes artefactos listos para detonar, y de cuya colocación acusó a Hizbulá.
Fuentes libanesas citadas por la radio pública israelí dijeron que aparatos de la Fuerza Aérea de Israel sobrevolaron durante la mañana el espacio aéreo libanés.
Al respecto, fuentes militares israelíes consultadas por Efe dijeron que el Ejército israelí no comenta sobre sus actividades aéreas.
El jefe de la Comandancia Norte del Ejército israelí, general Alón Friedman, declaró a la edición electrónica del «Yediot Aharonot» que las «Fuerzas Armadas operaran en la frontera norte cuando sea necesario» y que «es el Ejército libanés el que debe sacar sus conclusiones sobre el incidente».
Por su parte, el diputado del Likud y ex ministro de Asuntos Exteriores, Silván Shalom, criticó al Gobierno por haber aceptado la resolución 1701 y aseveró que «Hizbulá está adquiriendo más y más armas del Ejército libanés, que hace esto en vez de desmantelarla».