En un encuentro con un grupo de periodistas antes de la presentación oficial de la Casa Sefarad-Israel, Livni subrayó los sucesos de anoche «ya están acabados y no hay un nuevo conflicto». Según
la ministra israelí, los soldados israelíes estaban operando en la zona bajo su control en la frontera con Líbano, donde los milicianos de Hezbolá «colocaron nuevas minas», y en coordinación con la Fuerza Interina de la ONU para Líbano (FINUL).
«Cuando los soldados israelíes entraron para desactivar las minas fueron atacados y respondieron», se limitó a indicar Livni, que dijo que ahora Israel tendrá que volver a «coordinarse» con las fuerzas de la ONU para seguir con esta misión.
La ministra denunció que algunos aspectos de la resolución 1701 que terminó este verano con la guerra que enfrentó a Israel con la milicia chií Hezbolá «no se están aplicando» sobre todo en lo que respecta al embargo de armas. En este sentido dijo que «la frontera con Siria está abierta» y por ella entran armas lo que supone, dijo «una amenaza para el Gobierno del primer ministro Fuad Siniora, para Israel y para el mundo».
En opinión de Livni «fortalecer a los moderados es crucial en Líbano» como también lo es el conversar con los moderados palestinos. Según la titular de Exteriores, a esta amenaza se suma la de los radicales de Hamás, que se niegan a aceptar la existencia de Israel, y la de Irán.
Según Livni, las declaraciones de su presidente, Mahmud Ahmadineyad, negando el Holocausto y arremetiendo contra Israel «no son aceptables» y «es responsabilidad de la comunidad internacional detener este tipo de declaraciones». Para la también viceprimera ministra israelí, «negar el Holocausto es un crimen contra Israel y contra los judíos y también contra la Humanidad».