La Shoá constituye el episodio más nefasto de nuestra historia. Los judíos estuvieron entre los elegidos para ser exterminados por la maquinaria nazi, porque simplemente no llegaban a la categoría de humanos, perturbando la pureza racial que se proponían conservar los alemanes.
En diferentes momentos a lo largo de nuestro calendario judío encontramos motivos de festejo, que señalan cómo algún pueblo enemigo nos quiso exterminar, pero logramos enfrentarlo, resistiendo, venciendo y sobreviviendo. Cómo entonces transmitir a nuestros alumnos y alumnas este episodio tan oscuro, en el que fueron masacrados seis millones de nuestros hermanos que estaban integrados a sociedades modernas, a las que servían en sus ejércitos, abonaban su economía, aportaban conocimiento científico….hasta que todo eso comenzó a resultarles prohibido, porque un fenómeno de masas comenzó a dominar el mundo.
Aludiendo al pensamiento de Primo Levi que encabeza esta nota, nos enfocamos en trabajar con los estudiantes desde los grados medios y superiores, focalizando en 7° grado, para ofrecer todo el conocimiento posible, sensibilizando sobre lo sucedido.
Este año, en el marco del 92° Aniversario del natalicio de Ana Frank, conmemorado el 12 de junio, visitamos con nuestros alumnos y alumnas de 7° grado el Museo del Holocausto de Buenos Aires. Mara, nuestra guía designada para la visita, nos recibió con calidez y una recorrida virtual organizada en función de las diferentes etapas que se fueron sucediendo en el desarrollo de la política antijudía. Desde las leyes que intentaron en principio librar a Alemania de judíos incentivándolos a que decidieran abandonarla, pasando por el proceso de guetoización en el que el hambre y las condiciones de salubridad se encargaron de diezmar a la población judía, para llegar finalmente a la solución final.
Nuestros estudiantes ya habían trabajado sobre el tema durante el primer bimestre de este año. Así fue como lograron encontrar sentido a la exposición de Mara, manifestando un interés sostenido durante la hora y media que duró la visita, y formulando luego preguntas por demás elocuentes, una vez finalizada. Tuvieron oportunidad de analizar conceptos como el de “resistencia”, comprendiendo que no sólo se trató de resistencia armada, sino que también la resistencia cultural, religiosa, la ayuda social y la solidaridad operaban transformado esa realidad en una pesadilla soportada con mayor dignidad. También conocieron sobre los “Justos de las Naciones”, quienes arriesgaron sus vidas para salvar judíos, reflexionando sobre el papel que el observador puede jugar en las situaciones de opresión, dominio o bullying, al elegir entre una actitud pasiva o una denuncia activa.
¿Por qué enseñar Shoá a nuestros jóvenes? Porque definitivamente, en palabras de Viktor Frankel, «La última de las libertades humanas es elegir nuestra propia actitud ante cualquier circunstancia”.
Ellos eligieron resistir. Nosotros elegimos recordar, para construir un mundo mejor.