Itongadol/AJN.- Para los Iamim Noraím (Días Terribles), las Altas Fiestas judías de Rosh Hashaná (Año Nuevo) y Iom Kipur (Día del Perdón), los feligreses “llegan de a miles y es increíble cómo está repleto de personas de todo el país por dondequiera que se lo mire”, aseguró a ItonGadol Shaul Nokriat, quien desde hace más de una década se encarga de todos los rezos matutinos en el Kotel Hamaarabí.
“Mi tarea es que todos estén bien, tengan los libros que necesiten y el shofar esté en condiciones”, informó.
“Toco el shofar en Rosh Hashaná y espero la Redención, cuando -como decimos en el servicio de Musaf (tras el matutino de Shajarit)- un gran shofar que anunciará la venida del Mesías se escuchará en todo el mundo y todos vendrán a Éretz (la Tierra de) Israel; así que anhelo que nuestra tekiá (toque del shofar) acerque esa gran tekiá”, expresó el religioso.
Pero la gran movilización comienza en el mes previo: “Ya desde elul viene gente a las 0.30 hs., a decir Slijot (plegaria de disculpas previa al Juicio Divino, que se realiza en Rosh Hashaná, pero cuyo veredicto se rubrica en Iom Kipur) hasta la 1.30, y regresan a las 4-4.30 para Hatarat Nedarim (anulación de promesas)”, precisó.
“También hay grupos provenientes de todo el país, incluso de escuelas y sinagogas, que llegan a las 2-2.30 y aprovechan para hacer una recorrida por Jerusalem”, agregó Nokriat.
“Llegan de a miles a lo largo de la noche, pero el clímax se vive en las noches anteriores a Rosh Hashaná y Iom Kipur”, especificó.
“Incluso recuerdo que hace unos años la Policía debió cerrar los portones de acceso porque ya no había más lugar, ni posibilidad de entrar incluso de a pie”, destacó el rabino del Kotel.