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Mickey Katz *Deleitese: Vea y escuchelo

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 Itongadol.- Por Alicia Benmergui . Milim Revista digital

Mickey Katz (1909–1985) fue un clarinetista judío que vivió en Los Ángeles y fue más conocido en todo Estados Unidos que los verdaderos músicos klezmer de Nueva York, Naftule Brandwein, Dave Tarras y Sid Beckerman. Sus grabaciones de música judía vendían mucho más y eran muy escuchadas en los años cincuenta y sesenta por muchos de los seguidores del Klezmer y de los que lo renovaron, contribuyendo a mantener el delgado vínculo entre aquellos, que por su edad escuchaban la música klezmer del período anterior a la Shoá y los que nacieron después.

 

Katz era capaz de tocar este estilo de música a mediados de los sesenta, cuando la mayoría de los músicos Klezmer hacía una década que ya se habían retirado. Muchos afirmaban despectivamente que "solo" tocaba música judía en un estilo novedoso y que eso nunca sería realmente música Klezmer. Nada podía estar más lejos de la verdad, sus dos álbumes instrumentales Bailando en Familia, y Mickey Katz Toca Música para Casamientos, Bar Mitzva y Brit Mila, revelaron el talento excepcional de Katz como director de orquesta, compositor, arreglador y músico.

En verdad, sus arreglos eran innovadoras y sus letras cantadas en un idish bastante malo, eran muy jocosas y mordaces. Algunos puristas del Klezmer dijeron que su arte era “basura” porque se atrevió a hacer reír a la gente y especialmente a reírse de sí mismo como judío a través de sus parodias de canciones populares norteamericanas cantadas en inglés, idish y “Yinglish”.

Katz había nacido en Cleveland de padres inmigrantes. Su padre era de Lituania y su madre de Letonia. Antes de que hubiera tocado una nota de clarinete acostumbraba ir con sus padres al Teatro en Idish. Esto influiría en su actuación y percepción acerca de lo que era la música judía y lo que le gustaba oír a su audiencia. Comenzó a tocar el clarinete a los once años, para poder pagar sus lecciones iba a la sastrería de su tío, donde ganaba un dólar con cincuenta por tocar para los clientes los sábados a la tarde. Era un joven que sabía cómo tocar y cantar música judía porque su hermana cantaba profesionalmente en sitios y organizaciones judías, conocía la música klezmer porque tocaba en casamientos y otros eventos judíos desde que era un chico.

Cursó estudios académicos de clarinete y saxofón, todos estos estudios le dieron a Katz una gran versatilidad para su carrera como músico. Amaba el teatro idish pero se dio cuenta que iba desapareciendo lentamente como las audiencias de inmigrantes y por la creciente asimilación de la población judía. En 1943 se unió a la banda liderada por Spike Jones en los Ángeles, con él grabó novedades y recorrió el país durante un par de años antes de irse en 1947. Alentado por el trompetista Manny Klein, Katz fue a RCA Records y grabó Haim Afyn Range (Home on the Range) que vendió 150.000 copias en menos de seis meses. En esa época vender entre 150.000 y 200.000 discos de música judía era algo inaudito. En 1948 formó una nueva banda con Hal Zeiger llamada Mickey Katz y sus Kosher Jammers, que tocaba en un Show de la Revista Musical Idische creada por Katz, llamada Borscht Capades.

El hijo de Katz el famoso actor Joel Grey, comenzó su carrera en el espectáculo actuando en la gira de este show cuando tenía 16 años, obtuvo un gran renombre con su actuación como presentador en la película Cabaret. Su nieta, la hija de Joel, Jenifer Grey actuó en la famosa película Dirty Dancing, con Patrick Swayze. Desde 1947 a 1957, cuando grabó la mayor cantidad de discos, Katz se convirtió en el músico más popular escuchado en las radios y los negocios. Algunos judíos no encontraron gracioso o divertido el humor idishe de Katz. Los judíos estadounidenses en la década del cuarenta al cincuenta raramente se mostraban como tales y mucho menos hacían alarde de su condición dado el gran antisemitismo existente, incluso unas pocas radios se negaron a tocar su música.

En cambio Mickey Katz fue por todo el mundo exhibiendo orgullosamente su condición judía con todas sus virtudes y defectos. Era muy consciente de que estaba provocando algunas convulsiones dentro de la comunidad judía. Aun cuando las luces de los teatros de idish estaban mortecinas, Katz encontró una nueva audiencia y llegó a la gran multitud a través de los años sesenta. Katz actuó en dos oportunidades en el Carnegie Hall y viajó a Inglaterra, Australia y Sudáfrica ofreciendo conciertos y vendiendo miles de sus discos en el extranjero.

Lo mejor de Katz era que hacía una parodia de temas extremadamente caros e importantes a las tradiciones norteamericanas mezclándolas con palabras en idish y los sones más explosivos de la música Klezmer. Con su lenguaje, con su música y sus temas tan divertidos y ridículos Katz sugería que los judíos no se habían americanizado completamente. Todavía conservaban sus rasgos de inmigrantes y minoría diferenciada que se expresaban a través de la comicidad y el ridículo, el desenfado. Esa fue, Esa fue la marca, la impronta aportada por numerosos actores cómicos judíos inolvidables de un período memorable, que había comenzado tal vez, con los Hermanos Marx en el film “Una Noche en la Opera”.

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