Itongadol/AJN.-En 1936, un estafador judío de Nueva York, llamado Freeman Bernstein, estafó el Tercer Reich mediante la venta a los nazis de 35 toneladas de valioso níquel canadiense, entregándole, en cambio, chatarra y estaño.
Años después de aterrizar brevemente en la cárcel, por la estafa a Hitler, Bernstein fue encerrado de nuevo, esta vez por la venta de diamantes falsos a su vieja amiga, la actriz Mae West, en su apartamento de Hollywood, en 1937. Pero West no era ajena a la joyería lujosa, real o falsa. Después de extraer las incrustaciones de su joyero, compró los rubíes y zafiros, pero devolvió el circón barato.
La reputación de Bernstein para la importación de joyería le había hecho ganar el apodo de "El Rey Jade de China", y como relata West en su propia autobiografía, Bernstein contrabandeaba las joyas en el país alimentando con ellas a su perro, justo antes de llegar a puerto, y los recuperaba horas más tarde, de una manera que se puede adivinar fácilmente.