Itongadol.- Una foto publicada recientemente en el diario israelí Yediot Ajaronot, muestra a una joven soldado del ejército israelí que se sentó a tejer al lado de la cama de un soldado herido en la Guerra de Yom Kippur. Sobre su hombro se ve la insignia de la División Blindada 188. Ayer se reveló: que la soldado se llama Osnat Ben Ari, y actualmente tiene 58 años y vive en Tel Aviv. El paciente era su pareja de aquel entonces, más tarde su marido, Doron Shda Levan. Osnat vio la fotografía que permaneció guardada en los archivos del ejército en el Ministerio de Defensa y que fueron publicados en el periódico israelí y se reconoció a ella, en el acto.
Cuando estalló la Guerra de Yom Kippur, Osnat era asistente de la Compañía en los Altos del Golán. “Cuando comenzó la guerra no pudimos llegar a la base y fui al campamento Pilon y comencé a trabajar en el reclutamiento de reservistas, quienes llegaban en masa”, recordó ayer Osnat.
“Recuerdo muy bien a los reservistas mientras esperaban recibir el arma y sus equipos militares que no llegaban. Incluso no había comido por el Yom Kippur”, añadió. Mientras tanto, Osnat registraba a los soldados que llegaban heridos a la base. La División 188 sufrió grandes pérdidas. “La sensación era muy fea. Como que si la Unidad se iba borrando o desapareciendo. En la lista de heridos encontré el nombre de Doron, quien era mi novio en ese momento, y servía en la brigada. Inmediatamente viajé hasta el Hospital en Tzfat, para ver en qué condiciones se encontraba. Recuerdo que había allí un desastre total. Lleno de heridos. Así como me vieron me dijeron \’Soldado, ayudame a colocar los vendajes\’. Vi soldados heridos y quemados. A mí alrededor todo era gritos y llantos. ¿Qué preparación tenía yo para cambiar vendajes?. Me dijeron \’ok, atende a tu novio\’. Entonces me senté al lado de Doron, que tenía la mano fracturada. Ayudé en lo que pude”, contó.
Luego de su servicio militar ambos se casaron. “Luego del casamiento viajamos a Italia, él- por su marido- estudió Veterinaria y yo modelaje”, contó. “Luego de un año y medio nos divorciamos y yo volví a Israel. Doron se recibió de Veterinario, y a los 33 años murió de cáncer”. Osnat está actualmente casada y es madre de tres hijos y tiene un nieto. A pesar de los largos 40 años desde que se tomó la fotografía, su actual marido la reconoció inmediatamente al ver la imagen en el diario. “No cambié nada”, dijo ella. “Solo que mis ojos están menos tristes”, agregó.
La historia de Tamar Rozenblaum
La semana pasada, en la noche de Rosh Hashaná, Tamar Rozenblaum de Ramat Gan recibió una llamada de Izzy Francis (67), un íntimo amigo de su difunto esposo, quien pidió que observará la imagen publicada en Yediot Ajaronot. En la foto, que estuvo en los archivos del ejército en el Ministerio de Defensa, se ve un grupo de soldados polvorientos, cansados y portando pesados equipos. “El soldado que está en la foto con un gorro sobre su cabeza y el caso sobre su cintura, es mi difunto esposo, Azrieli”, dijo Rozenblaum ayer. “Pese a que trajo varías fotos de esa época, nunca había visto esta fotografía. Azrieli sirvió en Paracaidistas. Tenía 26 años, y en ese entonces teníamos dos hijos, cuando estalló la Guerra de Yom Kippur él fue llamado para enrolarse como reservista. No tengo idea dónde fue tomada esta foto. Solo recuerdo que en esa época Azrieli no había estado en casa por seis meses, excepto un par de veces en las que llegó para agarrar comida y otras cosas. Fue muy emocionante ver la foto en el diario. Le mostré la foto también a su madre quien tiene 98 años, inmediatamente reconoció a su hijo”.
Cuatro años y medio atrás Rosenblum falleció de cáncer. "Él trabajó como soldador e hizo muchos trabajos para el Ministerio de Defensa", dijo su viuda ayer. "Tenemos tres hijos y seis nietos. Tres de ellos él logró conocerlos".
Francis, su mejor amigo, aparece en la foto, al lado de Rozenblaum. Él reconoció en el acto la situación y los allí presente y llamó a la viuda de su amigo. “Fuimos los primeros en cruzar el canal”, recordó anoche. La foto fue tomada en Ismalyia. “Reconocí a Azrieli y a mí mismo y me emocioné. Nos mantuvimos en contacto todos estos años, y seguimos sirviendo en la reserva hasta los 48 años”.