Itongadol/Agencia AJN.- El gobierno de Estados Unidos anunció este jueves la reducción de su personal no esencial en Medio Oriente, debido a la creciente posibilidad de una escalada militar con Irán, en un contexto marcado por el estancamiento de las negociaciones sobre el programa nuclear iraní.
“El presidente Trump está comprometido con la seguridad de los estadounidenses, tanto dentro como fuera del país. Como parte de esa responsabilidad, evaluamos constantemente el personal en nuestras embajadas”, indicó un portavoz del Departamento de Estado. “Con base en nuestro último análisis, decidimos reducir la presencia en nuestra misión en Irak”, agregó.
Horas después, el propio Trump confirmó que parte del personal estadounidense está siendo trasladado “porque podría ser un lugar peligroso”, en declaraciones a periodistas antes de asistir a una función en Washington. “Veremos qué pasa… Irán no puede tener un arma nuclear”, subrayó.
El anuncio incluyó la autorización para que personal diplomático y sus familias puedan salir voluntariamente de Bahréin y Kuwait, así como una medida similar para los familiares de militares desplegados en la región.
Las tensiones aumentaron drásticamente en los últimos días al quedar en evidencia el estancamiento de las conversaciones nucleares entre Washington y Teherán. Las negociaciones, que buscan limitar el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de sanciones económicas, enfrentan diferencias cruciales, principalmente por la negativa iraní a renunciar completamente al enriquecimiento de uranio.
Pese a que una nueva ronda de conversaciones estaba prevista para este fin de semana en Omán, funcionarios estadounidenses admitieron que es cada vez más improbable que se concrete. Aun así, diplomáticos indicaron a Reuters que el enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, mantiene previsto un encuentro con el canciller iraní Abbas Araghchi en Mascate.
Trump, por su parte, expresó creciente pesimismo sobre el éxito de las negociaciones. “Me siento cada vez menos confiado. Creo que están ganando tiempo, y eso es una lástima”, dijo en una entrevista con el New York Post.
Riesgo de represalias
Las medidas de evacuación responden también a la preocupación por posibles represalias iraníes contra intereses estadounidenses en la región. El ministro de Defensa iraní, Aziz Nasirzadeh, advirtió que cualquier ataque será respondido con ataques a bases estadounidenses. “Tenemos acceso a todas ellas y no dudaremos en atacarlas”, amenazó.
El ambiente de tensión también se reflejó en el ámbito marítimo. La Oficina de Comercio Marítimo del Reino Unido (UKMTO) emitió una advertencia a las embarcaciones en el Golfo Pérsico, el Golfo de Omán y el estratégico estrecho de Ormuz. “Hay riesgo de una escalada militar que podría afectar directamente a los marinos”, alertó el comunicado.
Buena parte del comercio mundial de petróleo y granos pasa por esas rutas. Especialistas del sector aseguraron que una guerra abierta entre Israel o EE.UU. e Irán cerraría el estrecho de Ormuz y dispararía los precios del petróleo.
En paralelo, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) podría votar en las próximas horas una resolución de censura contra Irán. De concretarse, podría reactivar sanciones internacionales bajo los mecanismos del acuerdo nuclear de 2015, del cual Trump retiró a Estados Unidos durante su primer mandato.
Por ahora, el riesgo de conflicto continúa en aumento, mientras diplomáticos intentan mantener abierta una vía para evitar una guerra que afectaría no solo a Oriente Medio, sino también a la economía global.