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Itongadol.- Jabad Lubavitch Argentina con sus respectivos Beit Jabad y programas e instituciones educativas y de ayuda social llevaron a cabo una importante actividad en el Día del Iortzait – Hilula del Rebe, el 3 de Tamuz, en un hotel de Retiro.
El evento, el cual obtuvo un salón lleno, contó con la animación musical de Joni Grunblatt, acompañado por la orquesta Etzem, y la proyección de dos videos: el primero estuvo relacionado directamente con mensajes del Rebe y el segundo mostró el desarrollo de las instituciones educativas de Jabad Lubavitch Argentina desde su Hilula, el 3 de Tamuz de 5744 (1994),
El rabino Osher Farkash fue el encargado del Diver Torá (estudio) de la noche y explicó, de acuerdo a la jasidut y comentarios del Rebe, la última Mishna del Tratado de Pirkéi Abot (Tratado de los Padres).
Posteriormente, el director general del Jabad Lubavitch Argentina, rabino Tzví Grunblatt, dijo: “Un tzadik (justo), que es líder del pueblo judío, también cuando sube a las esferas de arriba se sigue preocupando por todo el pueblo judío, se sigue preocupando por su rebaño. Cuando decimos que los tzdkim (justos) y nuestro Rebe, líder de esta generación, es un pastor, como Moshé Rabeinú, queremos decir que él no solamente bregó para todos los que pidieron, piden y viajan al Ohel (su tumba) solicitando bendiciones, donde vemos los miles de milagros que pasan. Sino que, además de eso, y fundamentalmente, el Rebe – igual que un pastor alimenta y nutre al rebaño – nos nutrió y nos nutre con sus enseñanzas, con su estilo, con su camino. Él nos alimenta a cada uno de nosotros en lo más importante, que es el sentido de nuestra vida”.
Luego se refirió a la Parashá (sección semanal de la Torá) que se leyó el sábado pasado, Koraj. Según Grunblatt, esto fue explicado por el Rebe: “Los iehudim sabían que el elegido era Aarón pero el Creador quería que entendieran por qué, que no sea solamente una cuestión de imposición. Aarón era el elegido para representar al pueblo judío porque era él quien tenía la capacidad de que en un bastón, que es una madera seca, que no tiene vida ni fuerza, florezca y salgan de ahí almendras. Quien es el líder del pueblo judío, no es el que trabaja con los huertos, los jardines y los bosques, es el que trabaja con la madera seca, donde nadie da un centavo de que ahí pueda crece algo. Él no pierde tiempo, y en una noche lo hizo florecer. Ese es el elegido, esa es la fuerza. El Rebe mostró que nos nutrió con eso, nos enseño que como Aarón encendía la Menorá (el candelabro del santuario) había que encender todas las almas. Cuando ves a un judío no digas aquí no va a florecer nada. El Rebe nos enseño a salir a la calle a buscar a los judíos, ya que no hay ningún judío que está seco. Si lo agarra un sheliaj, alguien que recibió el jermen, la bacteria de Lubavitch, quien escuchó la palabra del Rebe, va modificar algo en esa persona. Esa es la misión de hoy, la misión del judío es hacer florecer el desierto, no solo del otro sino el de uno”.
Finalmente el Rabi Leibel Groner, que fue secretario del Rebe por más de 40 años, expresó: “La verdad es muy difícil hablar el 3 de Tamuz, cuando ya pasaron 19 años del fallecimiento de Rebe”. Luego explicó que esa fecha es muy especial en la tradición judía: Yoshua Bin Nun comandaba al pueblo de Israel durante una batalla y éste observó que se estaba por poner el sol y que eso iba a perjudicar el accionar de sus hombres. Por lo que le solicitó al Creador que frenara la marcha del sol, que este continuara alumbrando hasta la finalización de la contienda, lo cual le fue concedido.
Luego de este relato, Groner contó los últimos momentos de la vida del Rebe y expresó que el sábado 2 de Tamuz cerca de las 19hs (en el hemisferio norte es verano y el Shabat finaliza en esa fecha tiempo después) éste tuvo un ataque que los médicos consideraron irrecuperable, luego del cual lograron revivirlo. Sin embargo, la madrugada del 3 de Tamuz volvió a padecer otro episodio, luego del cual falleció.
“¿Cual es la diferencia entre el 2 y el 3 de Tamuz? El Rebe nos envió un mensaje: que su alma quedaba con nosotros de la misma manera que el sol en el episodio que narra el TaNaJ (Biblia hebrea). En estos 19 años miles y miles de judíos siguen conectados con el Rebe y Jabad creció desmintiendo a los que decían que en muy poco tiempo perdería su fuerza. El Rebe nos da la fuerza para seguir la obra que él inició. Él era un líder de judíos y no judíos. Un líder no sólo se preocupa por su gente sino por todos los que pudiera ayudar. Nosotros debemos hacer todo lo posible para demostrarle al Rebe que seguimos su senda”, destacó.
Luego contó diversas anécdotas sobre la manera en que el Rebe desarrollaba su tarea diariamente los 365 día del año, destacando que una de sus principales preocupaciones era expandir la educación judía a todos los miembros del pueblo judío, camino emprendido por Jabad Lubavitch.
Entre el numeroso público que asistió a este homenaje estuvieron presentes el presidente y el vicepresidente de la AMIA, Guillermo Borger y Ángel Barman; el presidente de la DAIA, Julio Schlosser; el Director General de Relaciones Institucionales de la Secretaría General del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y presidente del Museo de la Shoá de Buenos Aires, Claudio Avruj; el Presidente del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y ex Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Jorge Telerman; el Rabino Daniel Oppenheimer; el presidente del SHA, Gustavo Mehadeb Sakkal: el director ejecutivo de ORT Argentina, Adrián Moscovich; y el empresario Eduardo Elsztain.