En Israel, los 3.000 miembros de la Convención del Likud deberán pronunciarse el próximo miércoles por la noche en Tel Aviv sobre una posible entrada en el Gobierno de la oposición laborista, hipótesis a la que se oponen los «duros» del partido, como el ministro de Asuntos Exteriores, Sylvan Shalom.
Para impedir a sus adversarios que formen un frente unido, Sharon ha respaldado a Netanyahu y su proyecto de presupuesto para 2005, duramente criticado por algunos de sus allegados. Gracias a la intervención de Sharon, el proyecto de ley de finanzas fue adoptado por 17 votos a favor y 3 en contra.
Fte E.Press