Las declaraciones de Sharon, que se produjeron tras la visita que hizo hace dos semanas Barnier al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat, despertaron la indignación del mundo político francés, además de la condena de los representantes de la comunidad judía en Francia -la más importante de Europa con unas 600.000 personas- que le acusan de «echar leña al fuego».
También la prensa francesa mostró su indignación hacia el jefe del Gobierno israelí, desde el conservador «Le Figaro», que encabezaba su portada con lo que llamó «La afrenta de Sharon a Francia» al popular «France Soir», que en su editorial de la primera página titulaba «Cuando Sharon se va de la olla».
Los representantes de la comunidad judía francesa también criticaron las palabras del jefe del Gobierno israelí por considerar que no responden a la situación real existente en Francia, y porque no sirven sino para echar más leña al fuego de la confrontación.
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