Los residentes de la ciudad de Jaba, al sureste de Ramallah, en los territorios controlados por la Autoridad Palestina, denunciaron el ataque a una mezquita.
De acuerdo a lo informado, el edificio fue incendiado por desconocidos que dejaron algunas leyendas como "La guerra ha comenzado", y "Van a pagar el precio".
Según consignó el portal de noticias de Arutz Sheva, el ataque tenía también algunos lemas como "Givat HaUlpana", en referencia al barrio Ulpana de Beit El, que enfrentan un proceso de demolición.
Los vecinos de Jaba consideraron que el ataque vandálico es parte de la campaña conocida como “el precio” que se inició luego de que los palestinos presentarán un pedido para ser reconocidos como miembros de Naciones Unidas.
Sin embargo, en este caso, la campaña sería en respuesta a los constantes ataques de los palestinos y en rechazó a la demolición de viviendas israelíes.
Los residentes expresaron su sorpresa de que su pueblo haya sido atacado. Jaba es una ciudad tranquila, y sus residentes no están involucrados en los ataques frecuentes a los automovilistas israelíes en la región.
El primer ministro Benjamín Netanyahu, condenó el ataque. "Esto fue la obra de infractores de la ley, intolerantes e irresponsables", declaró. "Vamos a actuar con rapidez con el fin de llevarlos ante la justicia", prometió el jefe de gobierno.
El Presidente del Consejo de localidades judías en la Ribera Occidental, Danny Dayan, también condenó el ataque.
Rabinos y otros líderes locales en Beit El pidieron a los partidarios del barrio Ulpana evitar la violencia y el daño a la propiedad durante sus protestas contra la expulsión planificada.
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