El subsecretario de Derechos Humanos de la ciudad de Buenos Aires, Claudio Avruj, envió una carta a los presidentes de la AMIA, Guillermo Borger, y de FACCMA, Waldo Wolff, en relación al homenaje a los ex combatientes judíos de la Guerra de Malvinas. A continuación el texto de la nota.
Señor Presidente
WALDO WOLF
Federación Argentina Centro Comunitarios Macabeos – FACCMA
Señor Presidente
GUILLERMO BORGER
Asociación Mutual Israelita Argentina – AMIA
De mi mayor consideración:
Escribo estas líneas inspirado pura y exclusivamente en una actitud positiva, alejada de toda crítica destructiva y en rigor de aportar a la memoria colectiva institucional que debe regirnos en nuestro quehacer comunitario y a la cual debemos cultivar permanentemente para capitalizar las experiencias pasadas para fomentar y continuar las exitosas y corregir las no felices.
Muchas veces por la rapidez con la que se dan los hechos, en la necesidad de la toma de decisiones y en el afán de cumplir con nobles objetivos se cometen omisiones que merecen ser reparadas.
Celebro enormemente el acto de homenaje a los combatientes de Malvinas que conjuntamente llevaran a cabo Faccma y Amia el próximo día 19 de abril, (aunque en lo personal no comparto la fecha elegida por la enorme significación que tiene para todo el pueblo judío, ya que ese día es el consagrado históricamente a recordar el Heroico levantamiento del Gueto de Varsovia) pero debo señalar que el mismo no es como se ha anunciado en el día de ayer a través de la AJN ( Agencia Judía de Noticias) como “ el primer acto homenaje de esta índole”.
Quiero señalar que la DAIA, presidida por el actual titular, Aldo Donzis en el mes de Noviembre de 2007, en el Centro Cultural Borges, llevo adelante su acto homenaje a los combatientes judíos, en ocasión de la presentación del libro del Combatiente Marcelo Lapajufker; "Hay Dos cartas sin abrir".
En esa memorable ocasión y ante un auditorio colmado por más de 300 personas, integraron el panel y dieron su testimonio entre otros los periodistas Alfredo Leuco y Edgardo Esteban.
Ese acto, al que asistieron oficiales y soldados judíos y no judíos, que participaron de la contienda bélica, sirvió para entregar la Medalla DAIA a varios combatientes, de los cuales se tenía registro en ese momento; Y es precisamente la misma AJN (Agencia Judía de Noticias) quien reflejo cabalmente ese acto expresando textualmente en su artículo: “a 25 años de la guerra de Malvinas la DAIA realizo un homenaje a los ex combatientes judíos”.
Valoro en su justa medida este acto que ustedes realizan, pero siento, por haber sido parte como Director Ejecutivo de esa importante época de la DAIA , dirigiéndola profesionalmente durante intensos 13 años; y haberme tocado el honor de organizar aquel evento que resulto mi última actividad antes de ingresar a la función pública junto a muchos compañeros y dirigentes que aun hoy en ella trabajan y activan, la obligación moral de traer a vuestro conocimiento lo realizado.
Honor a quien honor merece. En este caso merece Honor la DAIA de haber hecho aquel primer evento y Honor merecen AMIA y FACCMA de continuar y mejorar ese camino trazado.
Sin otro particular y agradeciendo se haga pública esta carta me despido con mi cordial Shalom.
Artículo de AJN
Ex combatiente judío en Malvinas presentó el libro “Hay dos cartas sin abrir”
AJN.- En la obra, Marcelo Lapajufker da a conocer las 187 cartas que recibió mientras estaba en la guerra que Argentina libró con Gran Bretaña en 1982. Una gran cantidad de público se emocionó con las palabras del autor. El acto fue organizado por la DAIA.
A 25 años de la guerra de Malvinas, la DAIA realizó un homenaje a los ex combatientes judíos y uno de ellos, Marcelo Lapajufker, presentó el libro “Hay dos cartas sin abrir”, una compilación de las cartas que el soldado recibió de familiares, amigos y hasta desconocidos durante el conflicto entre Argentina y Gran Bretaña en el Atlántico Sur.
“La idea era hacer 300 libros para los que escribieron las cartas, que fueron los que me mantuvieron vivos, pero gracias a la DAIA se hicieron 1.500” ejemplares, destacó el autor.
La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas organizó la presentación del libro, que se realizó el jueves por la noche en el Centro Cultural Borges de Buenos Aires y, además del autor, contó con la participación del presidente de la DAIA, Aldo Donzis, los periodistas Alfredo Leuco y Edgardo Esteban (también ex combatiente) y Alicia Grinbank, escritora y asesora literaria de Lapajufker.
Los asistentes, entre los que había familiares y amigos de “Mare”, como llaman al autor, colmaron por completo la sala en la que se llevó a cabo el acto y escucharon con emoción las palabras de Lapajufker.
También estuvieron presentes varios ex combatientes y dirigentes de la comunidad judía, que presenciaron “uno de los actos más importantes de la DAIA en los últimos años”, como dijo Claudio Avruj, director ejecutivo de la institución y moderador de la actividad.
“Este es un homenaje a todos los chicos que lucharon en la guerra, los que volvieron y los que no, y a sus familias”, fue el comentario final de Aldo Donzis. Por su parte, Edgardo Esteban, autor del libro “Iluminados por el fuego”, hizo hincapié en el stress postraumático que sufrieron y sufren los combatientes al volver y la soledad con la que fueron recibidos.
“El libro me conmovió desde lo humano. Me resolvió una mezcla de pregunta y puñalada que recibí desde chico ¿Vos sos judío o argentino? El libro demuestra que se puede ser las dos cosas e igual de orgulloso”, afirmó Leuco en su intervención.
Para el final de la charla quedaron las palabras del autor, quien mientras explicaba cómo surgió la idea de escribir libro, iba rescatando anécdotas y recuerdos de lo que vivió que conmovían a los espectadores.
“Una tumba y una trinchera es lo mismo y es muy difícil vivir en una tumba a 15 grados bajo cero y a la intemperie”, dijo “Mare”, quien también recordó a sus compañeros y contó cómo se las arreglaban para comer y para pasar la guerra en las islas australes.
También comentó que tuvo que negarse a entregar las cartas que había recibido en Malvinas al llegar a Campo de Mayo tras la derrota argentina en la guerra de 1982 y que siempre supo que haría algo importante con ellas.
“El olvido es el peor de los castigos”, dijo Lapajufker antes del cierre del acto, que concluyó con las estrofas del himno nacional argentino.