El ex jerarca nazi Heinrich Boere, de 90 años, ingresó hoy en prisión, tras agotarse todos los recursos que presentó en contra de la condena a cadena perpetua impuesta hace un año y medio atrás por el asesinato de tres ciudadanos holandeses.
El condenado ingresó en el hospital penitenciario de una prisión de Renania del Norte-Westfalia, en el oeste de Alemania.
Robert Deller, un portavoz de la fiscalía en Aachen, Alemania, dijo que Heinrich Boere fue trasladado en ambulancia de la residencia para ancianos donde vivía al centro de detención.
Deller dijo hoy jueves que el informe de un experto designado por el tribunal había determinado que el Boere en silla de ruedas estaba en condiciones de cumplir su sentencia.
Boere, quien en la década los años 50 fue condenado a muerte en ausencia en Holanda y vivió durante décadas sin sobresaltos en Alemania, seguía residiendo en un asilo de ancianos de Aquisgrán tras escuchar sentencia, en marzo de 2010.
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