Itongadol.- Los negociadores iraníes y estadounidenses han reanudado las conversaciones en Roma para resolver una disputa de décadas sobre las ambiciones nucleares de Irán, según informan los medios iraníes, a pesar de que Teherán advirtió que un nuevo acuerdo podría no ser posible en medio de demandas mutuamente excluyentes.
Hay mucho en juego para ambas partes. El presidente estadounidense, Donald Trump, quiere limitar la capacidad de Teherán para producir un arma nuclear que podría desencadenar una carrera armamentística nuclear regional y posiblemente amenazar a Israel. La República Islámica, por su parte, quiere librarse de las devastadoras sanciones impuestas a su economía basada en el petróleo.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, y el enviado de Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff, lideran la quinta ronda de conversaciones, a través de mediadores omaníes.
“Esta ronda de conversaciones es especialmente delicada… necesitamos ver qué cuestiones planteará la otra parte… y en base a eso, procederemos con nuestras posiciones”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Esmaeil Baghaei, a la televisión estatal en Roma.
Tanto Washington como Teherán han adoptado una postura firme en público sobre la intensificación del programa de enriquecimiento de uranio de Irán, que potencialmente podría darle alcance para construir una ojiva nuclear, aunque Teherán dice que no tiene tales ambiciones y que los propósitos son puramente civiles.
Irán insiste en que las conversaciones son indirectas, pero funcionarios estadounidenses han dicho que las discusiones, incluida la última ronda el 11 de mayo en Omán, han sido tanto «directas como indirectas».
Antes de las conversaciones, Araghchi escribió en X: «Cero armas nucleares = Sí tenemos un acuerdo. Cero enriquecimiento = No tenemos un acuerdo. Es hora de decidir».
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo a los periodistas el jueves que Trump cree que las negociaciones con Irán «están avanzando en la dirección correcta».
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, dijo el martes que Washington estaba trabajando para alcanzar un acuerdo que permitiría a Irán tener un programa de energía nuclear civil pero no enriquecer uranio, aunque admitió que esto «no será fácil».
El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, que tiene la última palabra en asuntos de Estado, rechazó las demandas de detener la refinación de uranio como “excesivas y escandalosas”, advirtiendo que era poco probable que tales conversaciones dieran resultados.
Entre los obstáculos que aún persisten está la negativa de Teherán a exportar toda su reserva de uranio altamente enriquecido (posible materia prima para bombas nucleares) o a entablar conversaciones sobre su programa de misiles balísticos, que podría transportar ojivas a largas distancias.
Irán dice que está dispuesto a aceptar algunos límites al enriquecimiento, pero necesita garantías irrefutables de que Washington no incumplirá un futuro acuerdo nuclear.