«La legitimidad del presidente Arafat es inalienable y es deber de todas las instituciones oficiales no limitarla», estimó Al Fatá en un comunicado. Decenas de hombres armados irrumpieron la semana pasada
en el local de la función pública en Gaza para impedir que el nuevo director, asignado por el Gobierno, Sajer Bsisso, ocupara el cargo en sustitución de Mohamed Abdel Aziz Abu Charia, nombrado por Arafat.
Este incidente se produjo al mismo tiempo que el enfrentamiento entre Arafat y el primer ministro, Mahmud Abbas (Abú Mazen), sobre el control de los servicios de seguridad.
Según el comunicado, Al Fatá «prohíbe el recurso de las armas y la violencia para solucionar las diferencias» y apela por «la puesta en marcha de una comisión de investigación para aclarar las circunstancias de los lamentables incidentes que siguieron al nombramiento del nuevo director de la función pública».