“Así como el hombre tiene un cuerpo, todo el pueblo judío es un cuerpo. ¿Qué quiere decir es un cuerpo? Hay una cabeza, hay manos, y los pies. Pero ¿de donde viene la vida para todo el pueblo judío? Hay una cabeza, una única cabeza, y ¿quién es la cabeza? Ese es el Rebe, la cabeza del pueblo judío”, explicó y agregó en este sentido que del Rebe proviene la vida, lo sagrado, la conexión el compromiso, la energía.
Es por esto que según Schapiro, la gente siente la necesidad de acercarse al Ohel. “El Rebe, al ser la cabeza, siente lo que pasa en todo el cuerpo. Siente si alguien tiene una dolencia, si hay algo que no está en orden”.
“Se viene a pedir bendiciones, algo para nosotros. Porque él siente el dolor de cada uno de nosotros y el dolor del pueblo judío, por eso se ve a tanta gente que viene al 770 y al Ohel, porque la divina presencia, la shjiná, se encuentra desde que existe la diáspora, donde se encuentra el Rebe. Por eso la gente viene aquí y vemos durante todo el año cantidad de personas, todo tipo de personas de diferentes lugares de la tierra, no sólo jasidim, vienen personas que nunca tuvieron nada que ver con el judaísmo, vienen todos los años de a cientos, solo saben que es un lugar que pueden pedir, no saben más que eso. Vienen a la tumba del Rebe y pasan por el
Schapiro continuó hablando sobre las historias de personas que fueron ayudadas. “A veces uno se encuentra con personas que obtuvieron milagros y que ahora vuelven a pedir bendiciones para el Rebe y también para ellos, por la salud de algún niño enfermo, o para algún familiar que necesita salud”.
Por último, contó que hay fechas en que son miles las personas que llegan hasta allí, como por ejemplo en Año Nuevo judío (Rosh Hashaná) y el aniversario del fallecimiento del Rebe. Lo impactante y poderoso es que las personas pasan largas horas haciendo cola para poder ingresar al Ohel y sólo pueden estar un minuto frente a la tumba.
Durante su vida, el Rebe fue receptivo a las necesidades de cada individuo, independientemente de su formación, educación, o grado de involucración religiosa. Todos los que se aproximaron al Rebe percibieron su penetrante visión en cuanto a su condición personal particular y hallaron consuelo en sus palabras de bendición y consejo, plenas de comprensión.
Esto continúa hoy, cuando miles de individuos de todos los estratos de la vida acuden al Ohel para solicitar que el Rebe interceda por ellos en las Alturas Celestiales, y para recibir inspiración, vitalidad y orientación.
"El Ohel" es el lugar de reposo del Lubavitcher Rebe, desde el 3 de Tamuz de 5754 (12 de Junio de 1994), junto a su suegro, el sexto Lubavitcher Rebe, Rabí Iosef Itzjak Schneersohn, sea su memoria bendición.
El término "Ohel" (lit. "carpa") se refiere a la estructura construida encima del lugar de reposo de un tzadík, una persona justa y piadosa.
En el recorrido, los turistas visitan la central del movimiento Jabad localizada en Brooklyn, en Nueva York, con dirección en el 770 de "Eastern Parkway", que es denominado por los miembros como el "770".
Un Beit Jabad (casa de Jabad) es un centro comunitario judío, sirviendo las necesidades de toda la comunidad judía; dictando clases de Torá, servicios religiosos, sinagoga, y asistencia en todos los aspectos de educación y practica judía. Hay Beit Jabad en todo el mundo, y cada centro recibe también a aquellos judíos que se encuentran en viaje y que desean pasar algún momento en comunidad.