El presidente de AMIA, Guillermo Borger, volvió recientemente de Bombay, India, adonde viajó por cuestiones laborales y pasó las fiestas de Rosh Hashana y Iom Kipur en la casa Jabad, que ayer fuera atacada por terroristas y donde aún se encuentran tomados como rehenes el rabino Gavriel Holtzberg y su esposa, Rivka.
“Estoy con la piel de gallina”, expresó Borger en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN) en alusión a que él mismo estuvo alojado, 4 días atrás, en el hotel Taj Mahal epicentro del fuego.
Borger viajó a Bombay tras su paso por Nueva York en el mes de septiembre, cuando acompañó, junto con una delegación de familiares, a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en su reclamo por la causa AMIA en el marco de la Asamblea General de la ONU.
“Pasamos las fiestas de Rosh Hashana (Año Nuevo Judío) y Iom Kipur (Día del Perdón) en la casa de Jabad de Bombay y también visitamos algunas de las diez sinagogas de esa ciudad, en donde incluso compartimos los rezos”, aseguró Borger.
El titular de la mutual judía se alojó junto a su esposa en el hotel Taj Mahal, que ayer fue atacado por los terroristas y donde aún permanecen rehenes. El lugar dista apenas cinco cuadras de la casa Jabad.
En ese mismo hotel se alojó la Orquesta Filarmónica israelí, que ofreció un concierto en la ciudad un día antes de Iom Kipur. Borger comentó que durante los días que los israelíes permanecieron en la capital financiera de India, el hotel reforzó su seguridad, algo que lo sorprendió a él y a su mujer.
“Con mi esposa comentamos: qué raro en esta ciudad tan tranquila, ¿quién va a hacer un atentado aquí?”, recordó Borger en diálogo con AJN.
El titular de la mutual judía porteña comentó que durante Iom Kipur, a la casa Jabad de Bombay asistieron varios miembros de la Orquesta Filarmónica israelí –dirigida por Zubin Mehta, que nació en Bombay- y cientos de turistas israelíes, mexicanos, españoles e incluso argentinos.
“Percibí a los indios como una población muy espiritual y muy pobre, tan pobre que frunce el estómago”, manifestó Borger y agregó que en las calles de Bombay había “bebés tirados, desnudos, con ratas y animales circulando alrededor”.
Borger condenó al fundamentalismo y al terrorismo y se preguntó “¿Cuál es el sentido de todo esto?”.
“La comunidad judía de la India es muy pequeña y muchos de sus integrantes usan atuendos típicos. Sin embargo, hay un importante número de judíos de tránsito”, concluyó Borger.
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