El Sr. D’Elía contestó a más de 30 preguntas de nuestro abogado, el Dr. Pablo Lanusse, sobre cuestiones centrales de la investigación con las mismas palabras «no se».
El Sr. D’Elía reconoció desconocer cómo murió el Sr. Rabin, cuya muerte asocia con el atentado que quitó la vida de nuestros familiares. Tan es así que quedó en el absurdo al no saber responder si en el atentado que cobró la vida del Sr. Rabín se utilizó un coche bomba como ocurriera en los llevados a cabo contra las sede de la Embajada de Israel y la AMIA en nuestro país.
El Sr. D’Elía no trepidó en señalar que la derecha israelí pudo volar la sede de la AMIA hace más de 13 años para poder tener hoy la posibilidad de decidir la invasión a Irán.
En el escrito que acompañó el Sr. D’Elía en su declaración reconoce expresamente que encomendó el análisis de la información que tiene del atentado a la AMIA a cinco aspirantes a la carrera de abogacía.
El Sr. D’Elía señaló que nunca dijo haber traído profusa documentación de Irán que demostrara la inocencia de este país en el atentado, dado que la misma nunca le fue proporcionada. En tal sentido fustigó a la prensa señalando que fue tergiversado. Aportó tan solo 3 fichas, que ya mostrara el Sr. Encargado de Negocios de aquel país en el nuestro en la audiencia que tuviera ante el Juez Canicoba Corral el año pasado.
El Sr. D’Elía había generado en nosotros la expectativa de poder contribuir a nuestra búsqueda de la verdad. Su presencia en la audiencia de hoy no solamente desmoronó la misma, sino que demostró su absoluta falta de respeto a la memoria de las 85 personas muertas por el cobarde atentado terrorista llevado a cabo el 18 de julio de 1994 como también al dolor que desde entonces sobrellevamos.
Invitamos al Sr. D’Elía a que guarde un profundo silencio, dado que sus palabras de hoy son cabal demostración de su total desconocimiento de esta causa y de nuestras heridas que aún no cicatrizan.
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